Uva de Mesa chilena es más sustentable gracias al Systems Approach

13-02-2025

Implementación marca un hito en la sostenibilidad y competitividad del sector beneficiando a productores y consumidores, priorizando calidad y ambiente, también mejorando los precios internacionales

La Asociación de Productores y Exportadores Agrícolas del Valle de Copiapó, APECO AG, busca ser el gremio productor y exportador agrícola más grande del norte de Chile, innovando en desarrollo tecnológico y aumentando la exportación de fruta con los más altos estándares de calidad.


Desde su fundación en octubre de 1992, APECO ha representado más del 90% de la superficie cultivada del Valle de Copiapó y el 95% de la exportación de fruta de la Región de Atacama, centrada principalmente en uva de mesa.


Rodrigo Susaeta, presidente de APECO y gerente general de Agrícola Manflas, explica que “la uva de mesa chilena ha perdido competitividad ante países como Perú, que han aprovechado ventajas de clima y costos de mano de obra. El protocolo Systems Approach nos permite evitar la fumigación, logrando competir en igualdad de condiciones con nuestros competidores en el mercado de EE.UU.”


El Systems Approach permite la exportación de uva de mesa desde Chile sin la fumigación con bromuro de metilo, a través de un proceso de inspección en origen con medidas de mitigación contra plagas como Brevipalpus chilensis y Lobesia botrana.


Este cambio ha sido bien recibido por supermercados y mayoristas en EE.UU., quienes valoran la llegada de uva chilena que cumple con la creciente demanda de productos más naturales y con menor intervención química. Carolina Yañez, consultora en certificación de frutas, resalta que el nuevo protocolo elimina preocupaciones sobre el uso del bromuro de metilo y preserva la calidad de la fruta.


El impacto del Systems Approach en los precios también es notable. En 2024, aunque el volumen exportado de uva chilena cayó de 91 mil a 59 mil toneladas debido a restricciones hídricas, el sector logró mantener ingresos de 163 millones de dólares, alcanzando el mismo valor que en 2023.


Víctor Muñoz, gerente del Programa Estratégico Regional (PER) Fruticultura Sustentable de Corfo, explica: “Fue vender menos, pero ganar lo mismo. A pesar de exportar un volumen 35% menor, los compradores internacionales están pagando mucho más por nuestra uva”. Esta situación genera optimismo para el futuro en el sector, especialmente con la implementación del protocolo Systems Approach que podría consolidar esta tendencia positiva al brindar acceso a mercados que demandan productos de alta calidad.


Recientemente, se inauguró en Unifrutti una de las principales productoras de uva de la zona de Copiapó, que cuenta con una superficie de más de 500 hectáreas productivas y una capacidad de almacenamiento de 4.900 bins o 900 pallets en más de 1.000 m² de infraestructura, con una capacidad de producción de granados de 600 bins/día, equivalente a 2.100 cajas/hora, un Sitio de Inspección Fitosanitaria de Frutas y Hortalizas Frescas con 3.650 m² y 30 mesas de inspección, con una inversión superior a $600 millones, que facilitará la implementación de este sistema.

La planta de Copiapó también presta servicios de frío y mantención a otras exportadoras de la zona, alcanzando un promedio de 1.200.000 cajas por temporada.


Miguel Vargas, Gobernador de Atacama, subrayó que “los mercados son cada vez más rigurosos, particularmente el de EE.UU., donde va más del 50% de las exportaciones de uva de mesa del Valle de Copiapó”.


Los primeros lotes bajo Systems Approach llegaron a EE.UU. el 18 de diciembre de 2024, de manos de Subsole, la principal exportadora de uvas de mesa de Chile al puerto de Filadelfia.


Este primer envío de uvas chilenas bajo este nuevo protocolo marcó un importante avance en el comercio internacional, siendo celebrado con la presencia de socios de Holt Logistics, representantes de la Cámara de Comercio Chile-Filadelfia y la Agregaduría Agrícola de la Embajada de Chile en EE.UU.


Las estimaciones del Comité de Uva de Mesa de Frutas de Chile sugieren que se despachen 56.461 toneladas (6,9 millones de cajas de 8,2 kg) de uva de mesa mediante el protocolo Systems Approach, lo que representará aproximadamente el 35% del total de uvas frescas exportadas desde las regiones de Atacama, Coquimbo y Valparaíso.


Por su parte, la audiencia estadounidense ha recibido este nuevo sistema con interés, ya que la eliminación del bromuro de metilo como requisito de tratamiento fitosanitario no solo responde a una creciente demanda de productos más naturales, sino que también mejora la competitividad de las uvas chilenas en el mercado estadounidense.


Algunos supermercados y mayoristas han expresado entusiasmo por recibir la uva chilena certificada bajo este nuevo sistema, considerando la importancia de la calidad de la fruta y su presentación.


“Por otra parte, la transición a este nuevo sistema ha llevado a algunos actores del sector a cuestionar si las inspecciones en origen serán suficientes para garantizar la seguridad del producto. Otros han expresado su preocupación sobre la efectividad del nuevo protocolo en comparación con el método tradicional de fumigación. Existe un temor subyacente relacionado con el riesgo de plagas si no se implementan correctamente las medidas de mitigación. Aunque el Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal (APHIS) aprobó el protocolo, la confianza en los mecanismos de control y supervisión sigue siendo un aspecto clave”, nos complementa Carolina Yañez.


El SAG ha incrementado su personal para supervisar las inspecciones, asegurando que las medidas de mitigación se cumplan rigurosamente en los campos y centros de embalaje. Esto implica una supervisión constante y rigurosa que garantiza la conformidad con los estándares fitosanitarios, fundamental para el éxito del sistema.


La colaboración eficaz entre el sector público y privado. El apoyo de senadores, el Ministerio de Agricultura, el SAG y otros actores fue crucial. José Guajardo Reyes, director Nacional del SAG, expresó su satisfacción: “Este logro es un ejemplo de lo que se puede alcanzar con cooperación y visión de largo plazo”.


La mirada de expertos también se suma a esta conversación sobre competitividad y sostenibilidad. Rodrigo Sapian, consultor agrícola y experto en producción de frutas, enfatiza que la competencia no debe centrarse únicamente en los precios, sino en los valores y prácticas que diferencian a Chile y Perú. "Debemos competir por calidad, sostenibilidad y responsabilidad social en la producción", sostiene Sapian, añadiendo que "los consumidores están cada vez más interesados en saber de dónde proviene su alimento y cómo es producido". Este enfoque resalta la oportunidad para que los productores chilenos se destaquen no solo por la calidad de su fruta, sino también por la implementación de prácticas agrícolas regenerativas y sostenibles que son valoradas en el mercado global.


El compromiso constante hacia una fruticultura más sostenible no solo se refleja en la adopción del Systems Approach, sino también en la búsqueda de variedades más productivas, como la INIA G-4, que podrían liderar el recambio varietal a nivel nacional. Esta nueva uva es una variedad blanca, sin semillas, conocida por su firmeza y agradable sabor, lo que la hace atractiva para los consumidores. Los productores esperan que esta variedad se incorpore al recambio varietal nacional, aportando tanto en términos de productividad como en la capacidad de competir en el mercado global.


Los beneficios de estos avances son significativos: se espera no solo un ahorro en costos gracias a la eliminación de la fumigación, sino también una mejora en la calidad de la fruta que beneficiará a todos los actores de la cadena de producción. La integración de prácticas más sostenibles y eficientes es esencial para asegurar que los exportadores chilenos se mantengan competitivos en un mercado cada vez más exigente.


Las estadísticas son alentadoras. En 2024, más de 200.000 toneladas de uvas de mesa chilenas fueron recibidas en las terminales de Filadelfia, lo que demuestra la creciente presencia de la fruta chilena en el mercado estadounidense. Este volumen representa un valor significativo y un importante paso hacia el fortalecimiento de las relaciones comerciales entre Chile y EE.UU. Andrés Rodríguez, agregado agrícola de Chile en EE.UU., destacó que "el Systems Approach fue el resultado de un tremendo esfuerzo público-privado, no solo en Chile, sino también en EE.UU., donde los importadores y puertos jugaron un rol fundamental".


Con la nueva estrategia de exportación, se espera que Chile no solo mantenga, sino que también expanda su presencia en el mercado de uvas. La posibilidad de enviar uvas bajo condiciones más óptimas y con mejor calidad significa que los productores chilenos podrán ofrecer un producto más competitivo, alineado con las tendencias actuales de consumo que priorizan la salud y la sostenibilidad.


En términos de desafíos, los productores deben cumplir con estrictas medidas de mitigación para garantizar la seguridad del producto. Esto requiere inversiones en monitoreo, control de plagas y trazabilidad, lo cual es fundamental para asegurar la rentabilidad sin comprometer los estándares fitosanitarios.


Con el apoyo de organizaciones como APECO y la colaboración entre los productores, el SAG y el sector privado, se ha logrado un consenso sobre la importancia del Systems Approach en la consolidación de una agricultura más sostenible y competitiva. La unión de los esfuerzos ha resultado en un enfoque renovado hacia el futuro de la uva de mesa chilena, buscando no solo ser competitivos en precio, sino también establecerse como un referente de calidad y sostenibilidad en el ámbito global.


Con la naturaleza desafiando constantemente a los productores, el año 2024 presentó restricciones hídricas que llevaron a una disminución en la producción. Sin embargo, la capacidad de adaptación del sector ha demostrado ser resiliente ante estos desafíos. El enfoque en la sostenibilidad y la implementación de prácticas agrícolas innovadoras no solo han permitido mantener precios competitivos, sino que también han sentado las bases para un crecimiento sostenible en el futuro.


La implementación del protocolo Systems Approach y las iniciativas de innovación presentan una oportunidad única para que los productores de uva de mesa en Chile se posicionen favorablemente en un mercado global en constante evolución. Al enfocarse en la calidad, sostenibilidad y responsabilidad social, se abre camino hacia un futuro donde la fruta chilena no solo debería ser competitiva, sino también reconocida como un producto premium lleno de valor para los consumidores.




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