Myconativa: El laboratorio que abre sus puertas a la ciencia y transforma la Araucanía en aula de agricultura sostenible

21-11-2025

En plena Araucanía, el laboratorio de Myconativa se ha consolidado como mucho más que un espacio de producción de bioinsumos. Se ha transformado en un punto de encuentro donde la ciencia aplicada cobra vida y se vuelve tangible para estudiantes, productores agrícolas y autoridades regionales que buscan comprender el futuro de la agricultura sostenible. Grupos de Transferencia Tecnológica de INIA, autoridades regionales y estudiantes han encontrado en este espacio una oportunidad única para acercarse a la biotecnología que está cambiando la forma de hacer agricultura en la región.


Un microscopio como ventana al mundo invisible


Rodolfo Quezada, ingeniero agrónomo de Myconativa, describe el recorrido como una experiencia donde "la biotecnología y la agricultura se encuentran". En el laboratorio de microscopía, explica, los visitantes observan a través de los lentes "estructuras fascinantes: esporas, hifas, micelio y los característicos arbúsculos, responsables del intercambio de nutrientes entre el hongo y la raíz de la planta".


"Explicamos a nuestros visitantes de una manera amigable y comprensible para cualquier persona, ya sea del área o no, los fenómenos que ocurren bajo el suelo y que no pueden ser apreciados a simple vista", complementa Marcelo Lizama, Doctor en Ciencias Agroalimentarias de Myconativa. "Los hacemos ver cómo trabajan los microorganismos del suelo a través del lente de un microscopio y logran apreciar, por ejemplo, cómo van paso a paso colonizando organismos como los hongos micorrícicos arbusculares (HMA) a las raíces, en distintos cultivos".


Ciencia aplicada al alcance de todos


Pablo Pérez, biotecnólogo y candidato a doctor, enfatiza el propósito educativo de estas visitas: "El objetivo es acercar a nuestros colaboradores y público general al quehacer científico y tecnológico que soportan nuestros productos comerciales".


Durante el recorrido, los visitantes acceden a espacios donde la teoría se encuentra con la práctica. En los invernaderos, observan ensayos en condiciones controladas que permiten, según Quezada, "evaluar resultados, optimizar protocolos y anticipar la siguiente temporada agrícola". Gracias al clima regulado, se mantienen cultivos extensivos representativos que permiten identificar diferencias visibles y extrapolar hallazgos al terreno real con mayor precisión.


En el área de control de calidad, Pérez muestra cómo se realizan "análisis de colonización radicular, conteo de esporas y pruebas de pureza microbiológica", procesos esenciales para garantizar que cada lote cumpla con los estándares necesarios y ofrezca resultados consistentes en campo.

Un espacio que convoca a diversos actores


La diversidad de visitantes que ha recibido el laboratorio da cuenta de su relevancia regional. Un ejemplo concreto es la visita del GTT de cereales de Teodoro Schmidt, conformado por agricultores productores de trigo y avena, en su mayoría usuarios de INDAP que constituían un SAT predial asociado al rubro papa. Liderado por el investigador extensionista Juan Inostroza de INIA Carillanca, el grupo realizó una jornada completa en las instalaciones ubicadas en el sector Mahuidache, comuna de Freire, donde pudieron ver muestras en microscopio y conversar sobre temas de interés para sus sistemas productivos.

Foto de la visita: observación en microscopio, por parte de agricultores, de micorrizas en raíces.

"Bajo la coordinación de INIA Carillanca esperan mejorar la capacidad de producción mediante el uso de tecnología. Para ello se realizan diversas actividades técnicas como charlas, visitas a campos de los agricultores y visitas a instituciones generadoras de tecnología y conocimiento", explica Inostroza sobre los objetivos del GTT. La visita a Myconativa se concretó a través de una invitación de Syngenta, y respondió al interés del grupo por conocer tecnologías que puedan complementar su manejo agronómico actual.


Para Inostroza, la importancia de contar con laboratorios de ciencia aplicada en la región es fundamental: "El acceso a la tecnología posibilitará mejorar la producción y en definitiva contribuirá a una mejor rentabilidad de los agricultores en su sistema productivo. La existencia de laboratorios locales (sean privados, de universidades, INIA u otros) contribuyen a reforzar y expandir el desarrollo de tecnologías de primer nivel; generando capacidades en infraestructura y capital humano local". Y agrega: "Lo mejor de todo esto, es que está disponible y accesible para los agricultores y usuarios en general (Centros de formación Universitaria, técnico profesional y escuelas agrícolas), posibilitando la interacción directa con ellos".


Respecto al potencial de las micorrizas para el sector cerealero, el investigador señala que "esta tecnología permitiría complementar el manejo agronómico actual de los cultivos, contribuyendo a mejorar rendimientos de una forma sustentable".


Desde estudiantes que descubren vocaciones científicas, hasta productores que buscan soluciones innovadoras para sus cultivos. También han llegado autoridades regionales como Pablo González Jara, Director Regional de INDAP La Araucanía, y Eduardo Figueroa, Director Regional de CORFO La Araucanía, quienes junto a sus equipos técnicos han podido constatar in situ cómo la biotecnología puede impulsar la agricultura sustentable en la región.


"Recibimos a productores y personas que no siempre son del área. Debemos tener la capacidad de explicar nuestro trabajo, que es complejo dado los diferentes parámetros que evaluamos y los distintos escenarios en los que nos desenvolvemos", señala Lizama, destacando el desafío de hacer accesible el conocimiento científico.


Más que un laboratorio: una visión de futuro


Myconativa demuestra que es posible regenerar suelos, mejorar la eficiencia de los fertilizantes y promover sistemas agrícolas más resilientes a través de la ciencia aplicada. Pero su aporte va más allá de la producción: al abrir sus puertas, el laboratorio se transforma en un espacio de divulgación científica que acerca la biotecnología a la comunidad regional.


La empresa entiende que la sostenibilidad se sostiene sobre tres ejes, y que la relación con la comunidad es fundamental. Aportar a la región con un polo científico que genere negocios, pero también motivación y movimiento en los jóvenes, es uno de los objetivos de Myconativa. En cada visita, los asistentes no solo conocen un proceso productivo.


Descubren cómo los microorganismos del suelo, esos aliados invisibles que trabajan en las profundidades de la tierra, se están consolidando como piezas fundamentales para el futuro de la agricultura. Y entienden que la ciencia, cuando se comparte y se explica, se vuelve una herramienta poderosa de transformación para toda una región.


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