DJI Impulsa la agricultura de precisión con drones de aplicación variable en Chile

Hablamos con Claudio Valdés, Subgerente de Agritech en Summit Agro, quien nos explicó cómo los drones DJI con tecnología de aplicación variable optimizan recursos, mejoran rendimientos y democratizan el campo en Chile.
La incorporación de drones en la agricultura ha evolucionado rápidamente, permitiendo a los productores mapear, analizar y aplicar insumos con una precisión sin precedentes. En este contexto, DJI lidera la innovación con sus soluciones tecnológicas, que incluyen desde modelos como el Mavic 3 Multispectral hasta los Agras T50, T40 y T30, todos capaces de realizar aplicaciones de tasa variable. En Chile, Summit Agro es el representante oficial de DJI en el sector agrícola, brindando soporte técnico, capacitación y asesoramiento para potenciar el uso de estas herramientas en el campo.
El proceso comienza con una exploración previa mediante el Mavic 3 Multispectral. Este dron, equipado con cámaras multispectrales y RGB, captura información sobre el vigor, estrés hídrico, presencia de enfermedades y otros indicadores que afectan la salud de los cultivos. El ingeniero agrónomo Claudio Valdés, Subgerente de Agritech en Summit Agro, explica que “para hacer una aplicación variable con DJI, primero se realiza un mapeo del campo, que se procesa con software especializado para generar mapas de prescripción”. Estos mapas permiten identificar las áreas que requieren mayor atención y definir dosis específicas para cada sector del cultivo.
Luego, en el software, se realiza la prescripción: en las zonas deficientes, se indica aplicar mayores volúmenes, y en las áreas sanas, dosis menores o iguales, según sea necesario. “El dron reconoce automáticamente las áreas buenas y malas, y aplica en forma diferenciada de acuerdo a la prescripción que se ha generado”, afirma Valdés Oliva. Esto significa que se optimizan los recursos, minimizando el uso excesivo de insumos y mejorando la eficiencia de cada operación. “La mayor ganancia es que estos sectores deficitarios mejoran o recuperan a nivel de los sectores sanos, logrando un mejor rendimiento y calidad del cultivo”, añade.
Un aspecto clave es que estos mapas ofrecen diferentes índices, como vigor, estrés hídrico y presencia de enfermedades, aunque el profesional recomienda hacer verificaciones en terreno para asegurarse de que las áreas señaladas corresponden a los problemas detectados. La integración de software como DJI Terra y la plataforma SmartFarm Web permite crear rutas de vuelo automatizadas y precisas, garantizando aplicaciones eficientes y seguras en todo momento.
Uno de los aspectos que más destacan en Summit Agro es la facilidad de operación de estos drones, que puede ser realizada por personas de todas las edades. “Un señor de 85 años, simplemente se programa el vuelo y la aplicación, y el dron realiza el trabajo de forma automática,” señala Valdés. Esta característica amplía la democratización del acceso a la tecnología, permitiendo que agricultores de todas las edades puedan beneficiarse de la agricultura de precisión.
En cuanto a condiciones ambientales, los drones DJI se adaptan bien a temperaturas menores a 30°C y vientos inferiores a 10 km/h, para evitar la deriva en la aplicación. Además, en ciertos casos, pueden volar de noche, lo que permite realizar aplicaciones nocturnas o incluso generar viento en cultivos como la cereza, ayudando a secar y reducir la humedad en frutas. El experto destaca que “los drones también ayudan a eliminar el agua en las frutas mediante viento, sin necesidad de aplicar productos. Eso ha sido muy útil, especialmente en cosechas delicadas”.
El avance en la regulación en Chile respalda el uso de drones en agricultura desde principios de 2025, cuando el Ministerio de Agricultura reconoció que estas máquinas forman parte de la aplicación aérea autorizada, similar a los helicópteros y aviones. Valdés señala que actualmente en el país hay más de 800 drones agrícolas, que pulverizan alrededor de 110,000 hectáreas, incluyendo cultivos como cereza, arroz, frutales y hortalizas, en una muestra clara de la rápida adopción de esta tecnología.
Las novedades siguen llegando. Las mejoras tecnológicas de DJI, como sensores multiespectrales, RTK de alta precisión y aspersores ajustables, permiten aplicaciones aún más controladas y efectivas. Valdés Oliva asegura que “la regulación en Chile está en constante desarrollo, y países como Brasil, Europa y Argentina ya cuentan con normativas claras para el uso de drones agrícolas, lo cual abre nuevas oportunidades para nuestro mercado”.
Valdés resalta que “los drones son una tecnología para todos: agricultores, jóvenes, adultos mayores y académicos. La innovación viene a democratizar el acceso a la agricultura de precisión, permitiendo que más personas puedan participar y aprovechar esta transformación”. Además, señala que “los desafíos están en la regulación, en capacitar adecuadamente a los usuarios y en seguir perfeccionando el software y hardware de estos sistemas. La tecnología avanza rápidamente, y Chile debe seguir el ritmo para aprovechar todo su potencial”.
En esa línea, el profesional explica que en Chile se está trabajando en conjunto con los organismos reguladores, como el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) y la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), para crear un marco normativo que permita un uso más seguro y eficiente de los drones en los campos. “Actualmente, en países como Brasil, Europa y Argentina, ya existe una regulación consolidada que facilita su uso, y en Chile estamos en esa misma senda, con planes de seguir avanzando en la regulación y en la capacitación del sector agrícola”, afirma.
Finalmente, Valdés reafirma que “los drones representan una revolución en la agricultura chilena, permitiendo mejorar la productividad, reducir costos y cuidar el medio ambiente. Hoy, tenemos en nuestras manos una tecnología que hace pocos años parecía de ciencia ficción, y que ya forma parte del presente y futuro del campo nacional”.
La incorporación de la tecnología de aplicación variable con drones DJI, respaldada por una regulación en crecimiento y por empresas como Summit Agro, está transformando la agricultura chilena en un sector más eficiente, sostenible y accesible para todos.