Ciencia y Sostenibilidad desde la Araucanía: Myconativa lanza su segundo producto al mercado
-600x338.jpg)
En medio de un ambiente cargado de entusiasmo, la empresa Myconativa, originada en la Región de La Araucanía, presentó oficialmente su segundo producto biotecnológico, un bioestimulante diseñado especialmente para el tratamiento de semillas de cereales que se transformó en un hito para la innovación regional, mostrando cómo desde el sur de Chile se generan soluciones de alto impacto para la agricultura sostenible.
Esta actividad tuvo lugar en dependencias de la empresa ubicada en sector Mahuidache Km.3.2, en donde no solo reunió a actores del mundo científico y empresarial, sino también del mundo gastronómico como el Chef Juán Quiñeman, quien fue el encargado de deleitar a los presentes con preparaciones inspiradas en la cocina Mapuche.
Una empresa que nació desde la ciencia
Hace siete años, Paula Aguilera, fundadora y gerente general de Myconativa, inició un camino que parecía improbable: transformar sus investigaciones sobre micorrizas en una empresa de base científico-tecnológica. Lo que comenzó junto a Gabriel Villalobos como un proyecto pequeño, hoy es un equipo de 14 personas que combina conocimiento académico, producción local y visión de futuro.
“Es la primera actividad que desarrollamos de esta magnitud en nuestra empresa, después de tantos años de trabajo. Hemos consolidado un equipo diverso, que incluye doctores, biotecnólogos, ingenieros y profesionales formados en la región. Todo esto nos ha permitido dar este paso hacia un segundo producto, siempre con la idea de aportar a la rentabilidad de los productores y al mismo tiempo cuidar el suelo y capturar carbono”, señaló Aguilera.
El nuevo bioestimulante: innovación aplicada a los cereales
El producto, denominado Yegún Nativa Seed, está orientado al tratamiento de semillas de cereales, hortalizas, leguminosas, maíz y otros. Su acción principal consiste en potenciar el enraizamiento y la capacidad exploratoria de las raíces, lo que se traduce en un aumento en la productividad y calidad del grano.
“Al aplicar este producto logramos que las plantas desarrollen un sistema radicular más fuerte, lo que mejora la absorción de nutrientes y la resistencia frente a condiciones adversas. Esto significa mayor producción, mejor calidad de grano y, a la vez, una contribución al secuestro de carbono en el suelo. Es ciencia e innovación desde La Araucanía, con pertinencia territorial y un fuerte compromiso con la sostenibilidad”, recalcó Aguilera.
La visión del equipo
El entusiasmo de quienes forman parte de Myconativa se reflejó en la voz de Rodolfo Quezada, product manager de la empresa. “Hoy tenemos un fuerte foco en el mercado de cereales, donde gran parte de las hectáreas sembradas en Chile se concentran en esta región. Nuestra diferencia radica en que detrás del producto hay una investigadora como Paula, con respaldo académico y científico, algo que pocas compañías poseen. Eso nos da credibilidad frente a productores y asesores”, destacó.
Por su parte, Josefina Easton, representante de Syngenta en Malleco, subrayó la alianza comercial que permite posicionar los productos en el mercado. “Nosotros somos socios estratégicos de Myconativa. Ellos producen y nosotros los distribuimos. El valor diferencial es que estos hongos provienen del propio territorio, adaptados a las condiciones de suelo y clima de la zona sur. Eso marca una gran ventaja frente a productos importados y explica la buena recepción que hemos visto en los agricultores”, afirmó.
Ciencia con impacto social y territorial
El lanzamiento también fue un espacio para reconocer cómo la innovación científica puede generar empleo, desarrollo y nuevas oportunidades para las comunidades locales.
Eduardo Figueroa, director regional de CORFO, valoró el impacto del emprendimiento:
“Estamos frente a un avance significativo, resultado del trabajo conjunto entre la academia, la empresa y las instituciones públicas. Este producto aporta a la fertilidad de los suelos, a la eficiencia productiva y a la seguridad alimentaria de la región. Myconativa es un ejemplo de cómo La Araucanía puede posicionarse en innovación con pertinencia local y global”.
La visión internacional fue destacada por Claudia Rojas, directora regional de ProChile:
“Para nosotros Myconativa es una empresa emblemática. Liderada por una mujer científica, con productos innovadores y sostenibles. Ya están exportando a Perú y estamos abriendo vínculos con México. Este nuevo bioestimulante amplía la oferta exportable de la región, y tenemos la misión de apoyarlos en llegar a más mercados”.
La mirada desde la ciencia académica
Uno de los invitados fue Fernando Borie, químico farmacéutico y académico con décadas de experiencia en la Universidad de La Frontera y actualmente junto a la Dra. Aguilera en la Universidad Católica de Temuco. Para él, las micorrizas son mucho más que un insumo agrícola: representan una forma de aprovechar procesos naturales en beneficio de la producción y del medioambiente.
“Las micorrizas son hongos que viven en simbiosis con las raíces y protegen a las plantas frente a estreses bióticos, como plagas, y abióticos, como sequía o salinidad. Durante muchos años se investigaron solo desde el interés académico, pero hoy se están aplicando de forma extensiva en cultivos como los cereales. Eso es un salto enorme y Myconativa lo está concretando desde la región”, explicó.
Un ecosistema que apuesta por la innovación
El evento también fue un motivo de orgullo para quienes lideran gremios y asociaciones en la región. Osvaldo Rocha Durán, presidente de Asimca, destacó el valor simbólico del lanzamiento:
“Lo que está haciendo Paula demuestra que en La Araucanía sí se puede innovar y exportar ciencia al mundo. En esta región, este tipo de iniciativas muestra que empresarios y científicos trabajan por un futuro sostenible. Es un orgullo ver cómo un producto nacido aquí ya tiene impacto internacional”.
Proyección y desafíos futuros
El camino de Myconativa no se detiene en este segundo producto. La empresa está ampliando su infraestructura con nuevos laboratorios de investigación y desarrollo, al tiempo que participa en proyectos financiados por FIA y otras instancias públicas. La meta es seguir diversificando su portafolio, consolidar su presencia en el mercado nacional y abrirse paso en el extranjero.
“Lo que buscamos es que los agricultores vean en nuestros productos no solo una herramienta para aumentar la rentabilidad, sino también una manera de producir de forma más sostenible y resiliente al cambio climático”, concluyó Aguilera.
El lanzamiento del segundo producto de Myconativa confirma que la innovación no es patrimonio exclusivo de las grandes capitales, sino que también puede surgir desde territorios como La Araucanía, con pertinencia cultural, compromiso ambiental y proyección global. Con el apoyo de instituciones públicas, socios privados y una sólida base científica, la empresa se proyecta como un actor clave en la transición hacia una agricultura más verde y competitiva.
Fuente y Foto Myconativa