BIOCEA y su compromiso con la Biodiversidad: Innovación para un futuro sostenible

23-04-2025

En entrevista con GreenNetwork hablan sobre su trabajo en evaluación de eficacia de plaguicidas, manejo de insectos y detección de plagas, promoviendo prácticas agrícolas que protegen biodiversidad.

En el marco del mes de la Biodiversidad, GreenNetwork tuvo la oportunidad exclusiva de conversar con el equipo de BIOCEA, el Centro de Entomología Aplicada Ltda., para conocer su trabajo, historia y desafíos.


Esta empresa chilena, fundada en 2009 por Renato Ripa Schaul, ingeniero agrónomo PhD, y Pilar Larral Droguett, ingeniera agrónoma M.Sc., ambos ex-investigadores de INIA La Cruz, se ha consolidado como un referente en el manejo de plagas agrícolas y urbanas. Con una trayectoria marcada por la investigación y desarrollo (I+D), BIOCEA ofrece soluciones sustentables que benefician tanto a la agricultura como al medio ambiente, promoviendo la biodiversidad desde la ciencia aplicada.



Renato Ripa Schaul, ingeniero agrónomo PhD, y Pilar Larral Droguett, ingeniera agrónoma M.Sc.

Desde sus inicios, BIOCEA ha estado enfocada en generar impacto a través de la investigación. “Nos dedicamos a la investigación y desarrollo, asesorías especializadas, pruebas de validación, capacitación, análisis de laboratorio y generación de material audiovisual de entomología agrícola, forestal y urbana”, explicó el equipo de BIOCEA.


Su trabajo abarca desde proyectos de I+D hasta la creación de herramientas innovadoras para el manejo de plagas, como el cebo VigilAnt, patentado y registrado, que controla hormigas con alta efectividad y un perfil ecotoxicológico de bajo riesgo. Además, están desarrollando cebos para la avispa chaqueta amarilla (Vespula germanica) y la termita subterránea (Reticulitermes flavipes), así como un sistema de monitoreo de plagas de palto con inteligencia artificial. En colaboración con la PUCV y la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), apoyando a los agricultores de Valparaíso en la exportación de uva de mesa a Estados Unidos sin fumigación.


Un hito importante en su trayectoria llegó en 2015 con el Proyecto Operation Pollinator, en alianza con Syngenta, que les permitió estudiar polinizadores nativos y su relación con parches florales, generando recursos como el sitio web www.polinizadores.cl y diversas publicaciones.


Además, BIOCEA ofrece servicios que van desde evaluaciones de biodiversidad en huertos frutales hasta asesorías entomológicas, cursos de monitoreo de plagas y la elaboración de material educativo, como el libro Flora Nativa y Endémica de Chile, publicado en 2023, y una guía de campo en proceso.


Un aspecto clave de su labor es la evaluación en laboratorio de productos como plaguicidas. “La evaluación de plaguicidas en condiciones de laboratorio permite determinar su eficacia biológica, es decir, si el producto realmente controla la plaga objetivo en condiciones estandarizadas”, señaló el equipo de BIOCEA.


Este proceso, que incluye ensayos de aplicación directa, residual o por ingestión, evalúa parámetros como dosis letal, tiempo letal y efectos subletales, además de la selectividad sobre organismos benéficos como polinizadores y depredadores. Estas pruebas, que a veces requieren la crianza de insectos en laboratorio, son esenciales para reducir riesgos ambientales y humanos, ahorrar recursos y garantizar que solo los productos más seguros y efectivos avancen hacia su registro y comercialización.


BIOCEA trabaja principalmente en cultivos frutales, hortalizas y flores, donde su investigación aporta datos cruciales para implementar estrategias de manejo sanitario sostenible. “Hemos evaluado múltiples productos que incrementan la sustentabilidad de un sistema agrícola, como feromonas, enemigos naturales, extractos vegetales y plaguicidas biológicos”, afirmaron, destacando su rol en asesorar a empresas para maximizar el potencial de estas soluciones. Este enfoque no solo beneficia a la industria agrícola al reducir el impacto ambiental, sino que también promueve prácticas que preservan la biodiversidad.


La base científica es un pilar fundamental para BIOCEA. “Basarse en ciencia y metodología permite garantizar la eficacia y homogeneidad del producto, lo que fortalece su confiabilidad ante productores y entes reguladores”, explicaron.


Para las Pymes que desarrollan bioinsumos, su consejo es claro: vincularse con centros de investigación, participar en seminarios, revisar literatura, documentar procesos y trabajar con equipos interdisciplinarios para innovar con respaldo y posicionarse en el mercado.


Finalmente, su trabajo tiene un impacto directo en la biodiversidad de los suelos. A través de estrategias de Manejo Integrado de Plagas (MIP) adaptadas a cada cultivo, como el uso de coberturas vegetales y corredores biológicos, BIOCEA fomenta la conservación de insectos benéficos y polinizadores. “Todas estas acciones ayudan a conservar la estructura del suelo, aumentar la materia orgánica y favorecer una mayor diversidad de organismos”, concluyeron, subrayando la necesidad de más datos científicos para que los agricultores tomen decisiones informadas hacia una producción sustentable.


El trabajo de BIOCEA no solo impulsa una agricultura más sostenible, sino que también protege el medio ambiente, demostrando que la ciencia aplicada puede ser la clave para equilibrar productividad y biodiversidad.


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