MontGras: Un legado sostenible en la vitivinicultura chilena

21-04-2025

Hablamos en exclusiva con Matías Lema, gerente de Calidad y Sustentabilidad de Viña MontGras, sobre su enfoque en sostenibilidad, agricultura regenerativa y el impacto en comunidades y biodiversidad en Chile.

Viña MontGras ha sabido equilibrar la producción de vinos de alta calidad con un compromiso profundo hacia la sostenibilidad y la preservación del entorno. En una entrevista con Matías Lema, gerente de Calidad y Sustentabilidad de la viña e ingeniero agrónomo enólogo, exploramos cómo esta bodega familiar, fundada en 1993, se ha convertido en un referente de la agroindustria chilena, integrando prácticas sostenibles y un fuerte vínculo con las comunidades locales.


Orígenes y conexión con la tierra


“MontGras nació en 1993 con una clara vocación: elaborar vinos excepcionales que expresen lo mejor del terroir chileno, cuidando a la vez de las personas y del planeta”, cuenta Matías Lema. Desde entonces, la viña se ha consolidado como un proyecto familiar que apuesta por la innovación y la sostenibilidad. Actualmente, gestionan 1.769 hectáreas —614 plantadas— en los valles de Colchagua, Leyda y Maipo Andes, con campos como Ninquén, San José, Pumanque, Amaral e Intriga. “Estos campos se caracterizan por su diversidad geográfica, desde la costa al pie de la cordillera, permitiéndonos crear vinos con identidad y carácter únicos”, explica Lema.


Pero el impacto de MontGras va más allá de la producción vinícola. “Hemos abierto nuestras puertas a las comunidades que nos rodean, generando empleo local, apoyando a emprendedores, y desarrollando actividades inclusivas como trekkings, visitas de las municipalidades y eventos comunitarios en nuestros viñedos”, destaca. Según datos de la empresa, generan más de 350 empleos directos, principalmente para personas de zonas aledañas. Para Lema, el propósito es claro: “El vino, para nosotros, es un puente entre la tierra, la gente y el futuro que queremos construir”.


Sustentabilidad como pilar fundamental


Al preguntar por la visión de sostenibilidad de MontGras, Lema responde con convicción: “La sostenibilidad es parte de nuestro ADN”. Este enfoque se formalizó en 2011, cuando se certificaron bajo el Código de Sustentabilidad de Vinos de Chile, un estándar voluntario que abarca prácticas sostenibles en viñedos, bodegas y responsabilidad social. “No es una moda, es nuestra forma de hacer empresa”, asegura Lema. Esto se refleja en su misión de “crear vinos de excelencia con altos estándares éticos y compromiso con las personas y los recursos”, y en su visión de “ser una viña atractiva, relevante y sustentable, construyendo marcas innovadoras con propósito”.


Para llevar a cabo esta visión, MontGras cuenta con un área dedicada exclusivamente a la sustentabilidad. “Coordinamos nuestras certificaciones, como la de Empresa B, y promovemos iniciativas en conjunto con todas las áreas de la compañía, fomentando una cultura interna orientada al impacto positivo”, detalla Lema. La certificación como Empresa B, refuerza su compromiso con estándares sociales y ambientales.


Prácticas concretas: agricultura regenerativa y biodiversidad


MontGras no solo habla de sostenibilidad, sino que actúa. “Nos certificamos en el Código de Sustentabilidad en 2011, y este año 2025 marca un nuevo hito: nuestra primera cosecha de uvas orgánicas certificadas por Ecocert, tanto en campo como en bodega”, comparte Lema con entusiasmo. Además, han adoptado la agricultura regenerativa, un enfoque que busca mejorar la salud del suelo y la biodiversidad. “Es una forma de trabajar la tierra que busca mejorar la salud del suelo, aumentar la biodiversidad y fortalecer la resiliencia del ecosistema”, explica.


Un ejemplo destacado de este compromiso se encuentra en Ninquén, un viñedo de montaña en Colchagua. “En Ninquén, además protegemos un remanente de bosque esclerófilo”, cuenta Lema. Allí, han desarrollado una unidad de propagación de especies nativas y han abierto el espacio a la comunidad. “Hacemos actividades de educación ambiental, como caminatas, visitas escolares y eventos deportivos. La sostenibilidad, para nosotros, se vive y se comparte”, enfatiza. Este viñedo, ubicado a 300 metros sobre el nivel del mar con suelos de origen volcánico, es un claro ejemplo de cómo MontGras integra la conservación de la biodiversidad con el involucramiento comunitario.


Mirando al futuro: proyectos a largo plazo


Al hablar de los planes a largo plazo, Lema no duda: “Nuestro compromiso a largo plazo es convertirnos en una viña 100% sustentable en todas sus dimensiones: ambiental, social y económica”. Entre los proyectos estratégicos, destaca el uso de energías renovables. “Contamos con plantas solares en Ninquén e Intriga, que abastecen completamente sus necesidades energéticas. Este año sumamos nuevas instalaciones en Leyda y Pumanque, y proyectamos una planta solar en Colchagua para 2026”, detalla.


La gestión del agua es otro pilar clave. “Todas nuestras aguas residuales son tratadas y reutilizadas para riego. Usamos riego tecnificado en todos nuestros campos y seguimos implementando planes de gestión eficiente del recurso hídrico, alineados con ISO 14001 y el Código de Sustentabilidad”, explica Lema. Además, mantienen certificaciones como Empresa B, orgánica, agricultura regenerativa, ISO 45001 y BRCGS, y planean medir su huella hídrica como parte de su mejora continua. Desde 2020, todo su portafolio es 100% vegano, y utilizan botellas ultraligeras para reducir su impacto ambiental.


Planes para 2025: pasos firmes hacia la sostenibilidad


Para este año, MontGras tiene metas claras. “Implementaremos una metodología de medición de huella del agua, un paso clave para una gestión hídrica más eficiente”, adelanta Lema. También reforzarán la formación interna:


“Haremos capacitaciones para todos los equipos, fomentando una cultura de sustentabilidad transversal”. En el ámbito comunitario, continuarán con actividades como “caminatas, talleres ambientales, ferias de productores y visitas educativas”. Además, mantendrán sus certificaciones y seguirán mejorando sus estándares en cada proceso.


Un impacto territorial y comunitario


MontGras opera con un enfoque territorial y participativo en Colchagua, Leyda y Maipo. “Mantenemos relaciones activas con más de una docena de actores sociales, incluyendo municipios, colegios, bomberos, organizaciones ambientales y juntas de vecinos”, cuenta Lema. Sus iniciativas incluyen la generación de empleo local, el fomento del turismo sustentable y el apoyo a instituciones como escuelas y hogares de ancianos. “Hacemos actividades comunitarias abiertas, desde ferias con productores locales hasta caminatas por los viñedos, buscando conectar con nuestro entorno de forma genuina”, añade.


Sin embargo, también son conscientes de sus responsabilidades. “Asumimos la responsabilidad de nuestros impactos potenciales, como el uso de productos fitosanitarios o la generación de residuos. Por eso, implementamos protocolos estrictos y un Sistema de Gestión Ambiental basado en ISO 14001:2015, que nos permite identificar, evaluar y mitigar cualquier riesgo”, asegura Lema.


Con más de 30 años de trayectoria, Viña MontGras demuestra que es posible producir vinos excepcionales mientras se cuida el planeta y se apoya a las comunidades locales. A través de prácticas como la agricultura regenerativa, el uso de energías renovables y un fuerte compromiso social, MontGras se posiciona como un líder en sostenibilidad, dejando un legado que une la tierra, las personas y un futuro más responsable.



Matías Lema, gerente de Calidad y Sustentabilidad de Viña MontGras

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