Producción de cerezas y cambio climático: ¿Cómo mejorar la eficiencia energética?
No es una novedad que el sector agrícola aporta una cuota significativa en las emisiones de carbono, lo que influye en la dinámica ambiental global. A medida que la preocupación […]
No es una novedad que el sector agrícola aporta una cuota significativa en las emisiones de carbono, lo que influye en la dinámica ambiental global. A medida que la preocupación por el cambio climático se intensifica, las prácticas de producción sostenible están siendo cada vez más promovidas para minimizar este impacto.
Un estudio reciente, realizado por la Universidad de Çukurova en colaboración con la Dirección Provincial de Agricultura y Silvicultura en Bursa, Turquía, se enfocó en analizar las emisiones de carbono, la eficiencia energética y los costos asociados al cultivo de cerezas dulces en el distrito de Ulukıla, provincia de Niğde, durante los años 2019-2020. Este estudio se centró en la mecanización agrícola, evaluando la equivalencia energética de cada etapa del proceso de producción y su impacto en las emisiones de CO2.
Para llevar a cabo este análisis, los investigadores recopilaron datos a través de encuestas directas con agricultores locales. Posteriormente, calcularon los valores energéticos por unidad de área para diversas etapas del cultivo, como la preparación del suelo, riego, fertilización, tratamientos fitosanitarios, poda y cosecha. Estos cálculos permitieron determinar el rendimiento energético del cultivo, así como los costos totales y las emisiones de CO2.
Uno de los hallazgos clave del estudio fue que la fertilización con nitrógeno generó las mayores emisiones de CO2, alcanzando 12.862 kgCO2/ha, mientras que la labranza del suelo tuvo la menor contribución con 124 kgCO2/ha. Los gastos en la producción de cerezas también fueron analizados, revelando que los costos variables representaron el 93,70% del total, con un valor de 16.873 liras turcas por hectárea (aproximadamente 470 euros). Los gastos fijos, por otro lado, representaron solo un 6,30% del total, con un valor de 1.135 liras turcas por hectárea (32 euros).
Así, el estudio concluyó que es esencial reducir la huella de carbono y maximizar la eficiencia energética en la producción de cerezas para fomentar una agricultura más sostenible. Estos resultados no sólo son relevantes para Turquía, sino que también pueden servir como referencia para otros países líderes en la producción de frutas, tal como Chile, proporcionando una base sólida para el desarrollo de estrategias nacionales y políticas de incentivos orientadas hacia una producción agrícola más eficiente y con menores emisiones de carbono.
Fuente: Say, SM, Günindi, B., Şehri, M. et al. Eficiencia energética y análisis de la huella de carbono de los procesos de cultivo de cerezas dulces en Turquía: el caso de la provincia de Niğde. Applied Fruit Science 66 , 863–874 (2024). https://doi.org/10.1007/s10341-024-01083-y
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