El concepto busca promover la sostenibilidad ambiental y económica. Con un enfoque en la innovación, la inversión y la colaboración, especialmente en el mundo empresarial.
Existe una frase que habla que toda la basura es solo un error de diseño. Se trata de una conclusión que no tarda mucho tiempo en encontrar cierta lógica. Es cosa de mirar nuestros propios basureros en nuestras casas. Algunos estudios señalan que cerca de la mitad de los residuos domiciliarios se podrían evitar utilizando técnicas como el compost y el reciclaje.
Algo similar sucede en las grandes empresas, donde muchos de los descartes antes iban directamente a un basurero o peor aún, algo como afluentes de agua o vertederos ilegales. Este problema llevó a muchos a reformular los procesos productivos y comenzar a hablar de la llamada Economía Circular.
La Economía Circular, es un modelo que busca eliminar el concepto de residuo y fomentar la reutilización, el reciclaje y la renovación de productos y materiales. Se trata de una idea que está ganando impulso en Chile. Con una creciente conciencia sobre los desafíos ambientales y la necesidad de promover un desarrollo más sostenible, tanto el sector público como el privado están colaborando para impulsar esta transición.
Según se señala desde la fundación Ellen MacArthur este concepto: «Se respalda en una transición hacia energías y materiales renovables. Una economía circular desvincula la actividad económica del consumo de recursos finitos. Es un sistema resiliente, bueno para las empresas, las personas y el medio ambiente».
Para Tamara López, Académica del Diplomado de Economía Circular de la Universidad de Santiago, el concepto de Economía Circular que se está trabajando hoy en Chile: «Viene a resolver una serie de problemas que nos quedan a partir del diseño de la economía lineal, esta economía que lo que hace es incorporar insumos en su cadena de valor, sin tomar en cuenta el valor de elementos y sin tomar en cuenta elementos importantes que pueden ser retornados al ciclo.
La académica explica que: «El concepto de economía circular trata de poder reintegrar en los ciclos de los procesos productivos los elementos que hoy en día se están escapando y que no están siendo considerados como un valor. Un valor importante es saber de donde extraemos nuestras materias primas. Toda la cadena de valor tiene que ser observada estratégicamente para lograr que efectivamente no haya pérdidas innecesarias, que provoquen una posterior degeneración del sistema vivo, que nos incluye a nosotros como seres humanos.
Sin embargo, a pesar del cambio que se está logrando gracias a la economía circular, para la docente en diseño sustentable hay un problema con el uso del concepto: «Mucha gente hoy cuando escucha hablar de economía circular se imagina que es reciclaje. Yo creo que ahí hay un concepto errado. Para mí la economía circular lo que hace es integrar una visión estratégica en un modelo productivo y a lo largo de toda su cadena de valor. Esto puede ser integrado tanto en empresas como en organizaciones, tanto de productos como de servicios.
Sobre cómo ve lo que está haciendo Chile, señala: “Yo creo que está avanzando, a nivel normativo, lo que es super importante. Para las empresas ya constituidas es muy complejo incorporar economía circular a menos que la normativa lo exija. Además, han aparecido una gran cantidad de diplomados. Y CORFO también está haciendo lo suyo”.
Sin embargo, a pesar de lo atingente que resulta este concepto en la actualidad, todavía hay puntos que no aborda del todo, como el componente social: “Pienso que esa es una pequeña deuda de la economía circular porque está muy enfocada en el sistema productivo, y no en el social, que la economía regenerativa lo cubre mucho mejor en la actualidad”.
Sistema B
Hoy existen organismos que impulsan este tipo de cambio en Chile y el Mundo. Tal es el caso de Sistema B, desde donde señalan que es necesario que los principales actores del mercado replanteen el modelo económico actual y evalúen la mejor manera de incorporar formas e instrumentos que reflejen las necesidades actuales de nuestra sociedad y el medio ambiente. En la nueva economía, las empresas compiten por ser mejores para el mundo, las personas y la naturaleza.
Cabe señalar que esta semana se está celebrando el Mes de las Empresas B en el mundo, donde nuestro país tiene un lugar de importancia a nivel latinoamericano, donde se trabaja por mejorar las prácticas productivas, y fomentar practicas sostenibles como la implementación de la economía circular.