Cambio climático: ¿Qué es y qué podemos hacer?

Cambio climático ¿Qué es y qué podemos hacer
23-02-2024

Se trata de la principal problemática medioambiental que enfrenta el mundo en la actualidad. Expertos señalan que en tan solo poco más de 100 años hemos acelerado un proceso de […]

Se trata de la principal problemática medioambiental que enfrenta el mundo en la actualidad. Expertos señalan que en tan solo poco más de 100 años hemos acelerado un proceso de calentamiento global que ha cambiado por completo el clima del planeta. ¿Demasiado tarde para hacer algo?

La última era glacial que vivió la humanidad comenzó hace 115.000 años y terminó hace 11.700 años, desde ese momento la especie humana experimentó por primera vez un periodo climatológicamente estable, conocido como el holoceno. Esto permitió la creación de la agricultura y la crianza de ganado.

Es decir, el mundo como lo conocemos solo tiene poco más de 11 mil años, desde ese momento fue posible iniciar la agricultura y la ganadería, pasando de ser nómades a crear granjas y ciudades. Por miles de años todo pareció avanzar con tranquilidad, sin embargo, con la revolución industrial la generación de dióxido de carbono creció exponencialmente. Transformando el planeta en un invernadero gigante en solo un siglo.

Así lo explica el Agroclimatólogo de la Universidad de Talca. Patricio González Colville: “El actual cambio climático ha sido causa directa de la acción humana, producto del uso masivo de carbón y petróleo durante el período industrial (1850-1930). El dióxido de carbono (CO2) emitido en los últimos 100 años ha creado un efecto invernadero que está elevando la temperatura de la Tierra en valores de 1.2° C sobre el promedio pre industrial. El calor emitido por el planeta no puede escapar al espacio producto de estos gases”.

Además, detalla dos conceptos importantes la diferencia entre variabilidad climática y cambio climático: Estriba en un concepto de escala temporal. En 12 mil años los ecosistemas se pueden adaptar a los lentos cambios en las temperaturas y pluviometría (Holoceno). Pero cuando las alteraciones ocurren en 100 años, en el actual cambio climático, su adaptación entra en crisis e incluso se producen extinciones masivas. De allí que cambiar el clima, como la humanidad lo está haciendo actualmente a un ritmo acelerado, puede que su propia existencia como especie este en riesgo.

Una crisis de la cual Chile no ha estado ajeno. Según el profesor investigador del Centro de Investigación y Transferencia en Riego y Agroclimatología (CITRA)Nuestro país está siendo afectado respecto a dos variables fundamentales: un alza sostenida de temperaturas, especialmente las máximas extremas y una mega sequía que se inició en 2007 y que ya lleva 18 años. Lo anterior afecta desde la región de Coquimbo hasta Puerto Montt.

Desde el año 2000 a la fecha las condiciones térmicas se han caracterizado por un aumento en las olas de calor (4 a 11 días de duración) y temperaturas extremas de 37° a 42° C cada vez más recurrentes en verano. A este calor excesivo y extremo se asocia pluviometría y nivometría cada vez de menor cuantía y duración en invierno. Lo expuesto significa que la zona central de Chile está derivando a un clima semiárido-cálido. Fenómeno que se ha acelerado durante el siglo XXI. Hay una tendencia a que el verano se esté extiendo desde noviembre a marzo y el otoño-invierno reduciendo desde mayo a agosto. Desapareciendo las estaciones intermedias de otoño y primavera.

Si bien en la actualidad han existido esfuerzos por parte de algunos gobierno y organizaciones. También están quienes niegan la existencia del fenómeno del cambio climático: El negacionismo climático es una postura más política que científica. Abordar la mitigación y adaptación a los extremos climáticos actuales, que solo dejan pérdidas y daños, obliga a los gobiernos a dictar medidas y leyes muchas veces electoralmente poco estratégicas.

Sobre todo, si están dirigidas a las industrias, responsables mayores de la crisis climática actual, y que suelen financiar campañas políticas. Generar cambios sociales, que permitan reducir emisiones de gases de efecto invernadero, muchas veces atentan contra el confort industrial, social, económico o personal. Por eso los gobiernos no han tenido el sentido de urgencia necesario para evitar que el planeta siga elevando su temperatura a un límite peligroso. Por su mirada electoral de corto plazo.

La agricultura es una actividad vital para la sobrevivencia humana; genera la alimentación. Además depende estrechamente del clima. Para desarrollar una agricultura sustentable es necesaria una “estabilidad climática”. Temperaturas entre 15° a 30° C y pluviometría-nivometría suficiente y distribuida durante los meses de invierno. El cambio climático genera condiciones opuestas. Altas temperaturas de verano (37° a 42° C); escasez hídrica invernal; mega sequías; extremos climáticos asociados a aluviones que dañan las infraestructuras de riego, etc. Para producir granos como el maíz, arroz y trigo y generar frutas y verduras, los vegetales transforman la radiación solar en glucosa y luego en carbohidratos para finalmente generar el fruto que alimenta a la humanidad. Si las temperaturas máximas extremas de verano superan los 35° C en forma continuada, este proceso llamado fotosíntesis, se hace más lento y simplemente se detiene con lo cual se reduce su capacidad de generar alimentación para una población mundial que crece exponencialmente cada año. De allí las migraciones climáticas que ya están ocurriendo. Por eso, es fundamental apoyar la investigación científica para generar cultivos más resistentes al clima extremo.

Si no se cumplen las recomendaciones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), respecto a eliminar las emisiones de gases de efecto invernadero en corto plazo, la meta de no superar los 1.5° C de temperatura terrestre, respecto al promedio pre industrial (1850-1500), es probable que el cambio climático sea irreversible. Actualmente nuestro planeta indica 1.2° C. El 2023 fue el año más cálido jamás registrado en la Tierra y se estima que el período de no retorno se alcanzaría antes del 2030 o, incluso, el 2026. Observando el actuar político mundial frente a esta crisis, en quienes recae la responsabilidad de no superar esa cifra, todo indica que el cambio climático es irreversible, con todas las consecuencias e impactos agresivos y negativos que cada vez se producen con mayor frecuencia en nuestro planeta.  Estos serán más graves en los países del tercer mundo, pues carecen de los medios económicos para lograr una mitigación y adaptación mínima que les permita sobrevivir.

El concepto de “ebullición global” es un concepto expuesto por el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterrez, para hacer un llamado al mundo político, fundamentalmente, a fin de que aceleren las medidas en cuando a la reducción de gases de efecto invernadero y evitar una catástrofe humanitaria producida por posibles hambrunas en países sub desarrollados, lo cual podría generar conflictos civiles y guerras locales catastróficas. Así como migraciones masivas hacia Europa y Estados Unidos, imposibles de contener. Esta metáfora de “ebullición global”, se puede referir a que en un mediano plazo se pueda producir una alteración (ebullición) social de tal magnitud (por hambre o por que ciertas regiones se vuelvan inhabitables), de tal magnitud que sean incontrolables en sus desplazamientos y vulneración de fronteras. En estas perspectivas, los llamados “países ricos o industrializados” del hemisferio norte serían los puntos de mayor atracción para estos grupos de personas.

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