Desde hace años hemos venido escuchando, como grandes empresas recurren a estos bonos como una manera de compensación. En la actualidad hay un enorme mercado a nivel mundial, donde las pequeñas, medianas y grandes empresas en Chile también participan.
Los gases de efecto invernadero son apuntados como los principales responsables del cambio climático. Si bien estos gases se pueden producir de forma natural, la industrialización de los últimos siglos provocó la acumulación de gases en la atmosfera, los que no permiten que la radiación solar escape de la Tierra, al igual como sucede en un invernadero.
Es por ello, que desde la firma del protocolo de Kioto en 1997 se propuso la idea de comenzar a poner en el mercado estos bonos de carbono que compensen las emisiones de las industrias. Hoy son muchas las empresas en el mundo que se han dedicado o puesto entre sus inversiones la generación de bonos de carbono.
Los bonos de carbono, también conocidos como créditos de carbono, son un instrumento financiero que se utiliza en los mercados de carbono para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Funcionan como una forma de incentivar la reducción de emisiones al asignar un valor económico a cada tonelada de CO2 u otro gas de efecto invernadero que se evite emitir o se capture del ambiente.
“Los bonos de carbono son, en estricto rigor, cualquier producción de carbono que elimine de mi sistema. Por ejemplo, si anualmente estoy produciendo 10 y el próximo año debido a la producción debiera producir 12 y no los produzco, yo reduje dos toneladas de carbono. Y esa diferencia por mitigación y no uso, se puede transar” señala Antonio Kusanovic, quien es consultor agrícola y consultor de Carboneg, empresa especializada en bonos de carbono.
“La otra forma es por captura, a través de la ganadería regenerativa, la agricultura regenerativa y algunas prácticas que aumenten la captura de carbono en el suelo, eso también lo puedo transar, esto es lo que hacemos en Carboneg.” agrega Kusanovic.
Estos bonos se generan a través de proyectos que reducen o eliminan emisiones de gases de efecto invernadero, como la implementación de energías renovables, proyectos de eficiencia energética, reforestación, entre otros. Una vez que se verifica la reducción de emisiones, se emiten bonos de carbono equivalentes a la cantidad de gases de efecto invernadero que se han evitado emitir.
Los bonos de carbono pueden ser comprados y vendidos en mercados especializados, y su valor puede fluctuar en función de la oferta y la demanda, así como de la regulación gubernamental y las políticas climáticas internacionales. Las empresas pueden comprar bonos de carbono para compensar sus propias emisiones y cumplir con sus objetivos de reducción de carbono, mientras que los inversores pueden utilizarlos como una inversión sostenible.
¿Cómo vender los bonos de carbono?
En Chile existen empresas especializadas en el tema. Antonio Kusanovic, explica el proceso y cómo funciona el sistema: “Nosotros hacemos el monitoreo a los predios qué hagan regeneración. Es importante destacar que debe haber una transición. No pueden postular predios qué ya lleven más de 12 meses en agricultura regenerativa. Debe haber una adicionalidad. En Carboneg nosotros pagamos 8 euros por tonelada capturada. La captura dependerá del ambiente y manejo en particular” finaliza.