Uno de los elementos más importantes que determinan el clima de una ciudad es su geografía. Concretamente, su lugar en el mundo es vital para entender cosas como por qué hace más o menos frío o bien por qué no recibe tantas horas de calor al día. En Islandia, por ejemplo, están en una zona del mundo en la que las horas de luz son bastante escasas y la obtención de energía solar es realmente difícil. Sin embargo, hay un proyecto que está dispuesto a ofrecer la energía del astro rey a esta parte del planeta que también merece su propia energía solar.
Gracias al trabajo de varias compañías energéticas, el país situado al norte de Europa tendrá la posibilidad de generar energía solar constante incluso en los días nublados.
Un satélite gigante podrá dar luz solar para producir energía en Islandia
Islandia puede ser el destino favorito de todo europeo amante de la naturaleza al que no le importe el frío, pero es un hecho que es un lugar donde se vive bien. Al menos eso demuestra su PIB, el cual alcanzó en 2023 la cifra de 76.350 euros y que lo coloca en un digno noveno puesto dentro de los mejores países con esta cifra. Sin embargo, aunque la economía funciona muy bien, todavía hay un problema relacionado con la energía al que quieren poner remedio.
En un mundo en el que el compromiso energético es cada vez mayor con las energías renovables, el país de fuego y hielo quiere tener las mismas posibilidades que el resto del mundo a la hora de tener su propia energía verde. Para eso, las compañías Reykjavik Energy y Transition Labs han unido sus fuerzas para un cambio sin precedentes en la energía de Islandia: el lanzamiento de un satélite que será capaz de dar energía solar a la Isla desde el espacio.
Un rayo solar energético
La energía solar depende exclusivamente de dos elementos: la luz solar, la cual está disponible unas horas al día, y una estación energética capaz de recuperar todos esos rayos de luz para transformarlos en energía que llega a tu hogar. De los dos elementos, lo único que depende directamente del ser humano es la infraestructura, mientras que el otro puede ser un problema determinado por la geografía.
Pero aquí está el proyecto que podría ser de mucha ayuda para cumplir con los compromisos de emisiones 0 con la llegada de un satélite de 70,5 toneladas y 400 metros de diámetro.
Este titán será capaz de transmitir ondas solares a las estaciones receptoras para así tener una fuente de energía adicional y limpia incluso en los días nublados. Y es que el reto es mantener la producción en funcionamiento de manera constante, por lo que sería una buena inversión para que el día de mañana la población disponga de energía casi ilimitada.
¿Merece la pena?
Lo cierto es que en un país con condiciones climáticas extremas, la luz solar se posiciona como la mejor opción para conseguir energía renovable. El proyecto ya ha demostrado que tiene potencia de futuro, aunque en primera instancia el envío de energía se tradujo en apenas unos milivoltios. Si, esto es realmente poco, pero todavía queda mucho tiempo para que Islandia tenga opciones para mejorar su suministro.
Concretamente, será en 2030 cuando el satélite se ponga en órbita gracias a la ayuda de SpaceX y su cohete clase Starship, pero llama la atención que los planes tiene como objetivo suministrar a nada menos que 1.500 o 3.000 hogares, lo que se traduce en 30 megavatios para dar dicho suministro.
Como decimos, todavía queda mucho tiempo para desarrollar la tecnología que sirva los rayos de sol casi a la carta para el suministro eléctrico, pero es un comienzo.
Veremos cómo se desarrolla en el futuro y si el día de mañana otras zonas del mundo en condiciones similares pueden obtener los mismos resultados.