En el marco del mes de los suelos en GreenNetwork, destacamos la crucial relación entre la conservación de los suelos y el Acuerdo de París en la lucha contra el cambio climático. Al fortalecer la salud del suelo, no solo se promueve la sostenibilidad agrícola, sino que también se avanza en la mitigación de los efectos del cambio climático.
El Acuerdo de París, adoptado en diciembre de 2015 durante la Conferencia de las Partes (COP21), busca limitar el aumento de la temperatura global a menos de 2 °C y, preferentemente, a 1.5 °C. Uno de los aspectos fundamentales de este acuerdo es el reconocimiento del papel crítico que juegan los ecosistemas, incluidos los suelos, en la mitigación del cambio climático. La salud del suelo es esencial no solo para la producción de alimentos, sino también porque los suelos actúan como sumideros de carbono, absorbiendo dióxido de carbono de la atmósfera.
El Acuerdo de París se gestó en el contexto de las Conferencias de las Partes (COP), encuentros anuales organizados por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). Estas conferencias reúnen a representantes de los 197 países que participan en el acuerdo, formando un espacio vital para el diálogo y la cooperación en torno a la acción climática.
Desde su inicio en 1995, las COP han abordado diversos temas climáticos y han permitido a las naciones revisar y actualizar sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC), que son planes específicos para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse a los impactos climáticos. Tres COP clave son la COP3 (1997), donde se estableció el Protocolo de Kioto; la COP21 (2015), donde se adoptó el Acuerdo de París; y la recién celebrada en Cali, Colombia: la COP16 de Biodiversidad en octubre de 2024, que se centró en la conservación y gestión de la biodiversidad.
Los suelos son vitales para la agricultura, la producción de alimentos, el agua potable y el mantenimiento de la biodiversidad. La conservación de suelos saludables no solo garantiza la seguridad alimentaria, sino que también es fundamental en la lucha contra el cambio climático. La degradación del suelo y la pérdida de su calidad provocan una menor capacidad para almacenar carbono, lo que contribuye al aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Experiencia y Compromisos de Chile
Chile, al ratificar el Acuerdo de París en febrero de 2017, se comprometió a recuperar 100 mil hectáreas de bosque y a forestar 100 mil hectáreas de suelos sin vegetación. Sin embargo, el país enfrenta importantes desafíos, incluyendo bajos avances en la reforestación y los efectos devastadores de los incendios forestales.
Recientemente, la Cámara de Diputados aprobó un proyecto de ley que establece un Sistema de Incentivos para la Gestión Sostenible de Suelos Agropecuarios (SIGESS), una iniciativa impulsada por el Ministerio de Agricultura que contribuirá a la recuperación y conservación de los suelos degradados, beneficiando a pequeños y medianos agricultores del país. Este proyecto fue respaldado por 115 votos a favor y 1 abstención y ahora se encuentra en trámite en el Senado. El SIGESS contará con tres instrumentos: una bonificación que incentivará prácticas específicas para la conservación y mejora de suelos, capacitaciones y transferencia tecnológica para los agricultores, además de un fondo comunitario para abordar problemáticas comunes, como las consecuencias de incendios forestales e inundaciones.
La ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, ha sido una figura clave en este proceso y fue recientemente nombrada Champion en la COP 16 de Biodiversidad. Su trabajo en esta conferencia resaltó la importancia de integrar la conservación de suelos en las políticas ambientales y de involucrar a las comunidades locales en la preservación de los ecosistemas.
Es evidente que el Acuerdo de París y los suelos están intrínsecamente conectados. La salud de los suelos es esencial no solo para el futuro de la agricultura, sino también para la lucha eficaz contra el cambio climático. A medida que avanzamos hacia la implementación de compromisos globales, es crucial que la conservación de los suelos y las prácticas sostenibles se conviertan en el centro de nuestras estrategias climáticas. La interconexión entre el Acuerdo de París, la salud del suelo y el futuro del planeta subraya la necesidad urgente de actuar con un enfoque sostenible que garantice un equilibrio para las generaciones futuras.
Si quieres saber qué otra cita importante se viene en el futuro, te contamos que se llevará a cabo la 16ª Conferencia de las Partes en la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (COP16 de la UNCCD) del 2 al 13 de diciembre de 2024 en Riad, Arabia Saudí. Este evento se centrará en la contribución de las tierras sanas para abordar los desafíos globales del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y el desarrollo sostenible. Se espera que durante esta reunión se intensifiquen los esfuerzos internacionales para combatir la desertificación y la degradación de tierras, promoviendo su conservación y gestión sostenible.