En el Día del Suelo: Investigadores chilenos avanzan en fertilizante en base a biocarbón
Ante la crisis del cambio climático, la escasez hídrica y la necesidad actual de transitar hacia una agricultura con prácticas más sustentables, que permita un futuro alimentario más inocuo, es […]
Ante la crisis del cambio climático, la escasez hídrica y la necesidad actual de transitar hacia una agricultura con prácticas más sustentables, que permita un futuro alimentario más inocuo, es que un grupo de investigadores de la Universidad de La Frontera (UFRO) y el Instituto de Investigaciones Agropecuarias, INIA Carillanca de la Región de La Araucanía, está trabajando un nuevo fertilizante de liberación controlada en base a biocarbón, impregnado con Nitrógeno y Fósforo.
La investigación que es parte del Proyecto Fondecyt Regular Controlled-release of nitrogen and phosphorus in a biochar-based smart fertilizer: A novel holistic approach to sustainable crop production on acid soils, pertenece a la línea de investigación que han venido desarrollando desde hace algún tiempo en la búsqueda de alternativas más sustentables para disminuir la fertilización química o tradicional. En este sentido, es que han desarrollado un fertilizante inteligente, y que buscan de qué manera utilizar dentro de las alternativas de enmiendas agrícolas un biocarbón que tiene características positivas que aportan al suelo, pero que también posee algunas desventajas como la baja concentración de nutrientes que tienen estas enmiendas.
En esa dirección es que el grupo de investigadores formado por el Dr. Alex Seguel (UFRO); Dr. Sebastián Meier (INIA Carillanca); Dr. Rubén Palma (UFRO); Dr. Pedro M. de Souza Campos (INIA Carillanca); Dra. María Eugenia Gonzalez (UFRO); Dra. Marcela Calabi (UFRO) y Pamela Cea (Estudiante de Biotecnología UFRO), se encuentran buscando de qué forma mantienen las características propias de este material, pero con la impregnación de nutrientes que por naturaleza el material no tiene, por lo que esperan entregar a través de un biochar o biocarbón la estabilidad al suelo, a largo plazo, pero que cuente con los nutrientes como Fósforo y Nitrógeno, que son los más limitantes de los cultivos agrícolas, de una manera integrada dentro de esta enmienda.
Al ser un fertilizante inteligente, no requiere una aplicación parcializada, sino que se disponibiliza a medida que los estados fenológicos de la planta lo requieren y no de forma inmediata. La idea es que no se realicen varias aplicaciones, sino que en una entrega se otorgue a la planta todos los nutrientes y estos se vayan liberando de forma controlada dentro del ciclo fenológico, y que el agricultor no tenga que aplicar las incorporaciones sucesivas al suelo, esto en el caso del Nitrógeno.
En el caso del Fósforo, se entrega de una sola vez dada la fijación del Fósforo y que la planta ya no lo tendría tan disponible, por lo que se espera lograr que a través del biochar o biocarbón impregnado con Nitrógeno y Fósforo se entregue de forma controlada a la planta.
“Lo que nosotros estamos probando es que dentro de los tratamientos incorporamos este fertilizante inteligente con una o dos aplicaciones y lo que estamos viendo hasta ahora es que no hay diferencia en alguna respuestas propias de la planta, en una aplicación y en dos aplicaciones, que es justamente lo que nosotros esperábamos para que nos permita comprobar la hipótesis: que un biocarbón impregnado con Fósforo y Nitrógeno va a ser esta entrega de manera controlada y que la planta lo pueda incorporar de manera paulatina. Y eso nosotros lo veamos en la respuesta y en el avance de las etapas fenológicas del trigo”, explicó el Dr. Alex Seguel, Académico del Depto de Ciencias Agronómicas y Recursos Naturales de la Universidad de La Frontera y responsable del proyecto.
Los ensayos de campo del proyecto se están realizando en el Vivero de Trigo del Instituto de Investigaciones Agropecuarias, INIA Carillanca, en un proyecto en colaboración con un grupo de investigación en Fertilidad en Suelo y Sustentabilidad Agroambiental, entre la Facultad de Ciencias Agropecuarias y Medioambiente de la Universidad de La Frontera (UFRO) y el INIA Carillanca.
Una de las principales ventajas de trabajar con este biochar es la reutilización que se realiza de un material que proviene de la agricultura, en este caso de desechos de la avena, para darle una segunda o tercera oportunidad y hablar de materiales que se reutilizan, para poder incorporar el material al suelo, que en este caso se obtiene a través de una pirolisis, descomposición térmica de materiales orgánicos a altas temperaturas en ausencia de oxígeno, y que mantiene características como el alto contenido de carbón y mantiene la biodiversidad del suelo, entre otras ventajas.
“Hoy día uno de los desafíos de quienes estamos haciendo investigaciones relacionadas con la sustentabilidad de la producción agroalimentaria, es justamente generar estas alternativas desde los fertilizantes inteligentes, desde la utilización de ciertos microorganismos. Hoy día, la verdad es que muchas de las mismas soluciones que necesitamos para mejorar la sustentabilidad de la producción agroalimentaria están en el mismo suelo. Contar con más nutrientes que le permitan a la planta crecer de mejor manera los podemos exacerbar utilizando mejor la interacción suelo, planta, microorganismos”, explicó el Dr. Alex Seguel.