Por: Giancarlo Barassi, Director de ACADES y Director Técnico en American Water Chemicals
El concepto de «Water Positive» es una filosofía integral que busca que organizaciones e individuos conserven y restauren más agua de la que utilizan, promoviendo la sostenibilidad y creando un impacto neto positivo en los ecosistemas hídricos. Este enfoque va más allá de la mera conservación, empoderando a corporaciones, comunidades e individuos a ser gestores activos en la restauración sostenible del agua mediante prácticas innovadoras y tecnologías avanzadas que minimicen el consumo, mejoren la calidad y aumenten la disponibilidad del agua, abordando así los desafíos de escasez y degradación hídrica para un futuro más resiliente y sostenible.
Las empresas tienen múltiples razones para adoptar una postura «Water Positive». Desde la mitigación de riesgos operacionales y la adaptación a las crecientes exigencias regulatorias, hasta la obtención de incentivos económicos y la mejora de su imagen pública. La responsabilidad social también juega un rol crucial, ya que demuestra un compromiso tangible con la sostenibilidad y el bienestar de las comunidades donde operan. Al restaurar más agua de la que utilizan, las empresas contribuyen a un balance hídrico positivo que permite actividades económicas competitivas y mayores oportunidades para los habitantes locales, además de beneficios ecosistémicos como la preservación del suelo y su vegetación.
En lo que respecta a nuestro país, Chile se destaca como líder en la región por su uso de fuentes alternativas de agua, como la desalación, para reducir la huella hídrica de las empresas. La reciente adopción del marco de trabajo del Water Positive Think Tank durante la conferencia de la Asociación Chilena de Desalación y Reúso (ACADES) es testimonio de su compromiso con esta iniciativa.
Empresas globales como Coca-Cola, PepsiCo, Google, Microsoft y Meta han demostrado el éxito del enfoque «Water Positive» en países como India y Estados Unidos. Estas empresas han implementado prácticas innovadoras que además de compensar su consumo de agua, también contribuyen a la resiliencia hídrica de las comunidades. Por ejemplo, Coca-Cola promueve la restauración de cuencas y la minimización del consumo de agua, mientras que Google invierte en tecnologías avanzadas de gestión hídrica.
Chile tiene el potencial de convertirse en un modelo para otras naciones, especialmente en regiones con desafíos hídricos similares, gracias a su experiencia en desalación y la colaboración entre el sector público y privado. Estas fortalezas pueden ser claves para adoptar y promover prácticas sostenibles de gestión del agua a nivel global. La implementación exitosa de prácticas «Water Positive» en Chile podría establecer un precedente para que esta iniciativa se convierta en una política pública regulada, similar a los bonos de carbono.
Con una alineación adecuada de marcos institucionales y una fuerte colaboración entre los sectores público y privado, Chile puede liderar un movimiento hacia una gestión hídrica sostenible a nivel mundial. La adopción del enfoque «Water Positive» es una necesidad urgente que puede transformar la gestión del agua, así como la resiliencia y sostenibilidad de las comunidades y ecosistemas. Con su liderazgo regional y compromiso con la innovación hídrica, Chile está en una posición privilegiada para impulsar este cambio y servir de ejemplo para el mundo.