En esta entrevista, Green Network conversó con Alejandro Antúnez B., ingeniero agrónomo, Ph.D., investigador del INIA La Platina y especialista en riego, sobre los principales desafíos relacionados con la escasez hídrica en Chile y las medidas necesarias para optimizar el uso del agua en el sector agrícola.
¿Qué factores están impulsando la necesidad de mejorar la eficiencia en el uso del agua en Chile?
La creciente escasez hídrica, que se ha visto acelerada por el cambio climático, junto con la competencia agrícola por el agua y la falta de mano de obra, han obligado a mejorar la eficiencia en el uso del agua en Chile. Estos desafíos, sumados a la creciente demanda de agua, exigen metas ambiciosas, aunque lamentablemente, los esfuerzos realizados hasta ahora siguen siendo insuficientes.
¿Cómo se distribuye actualmente el agua para el riego en Chile y qué problemas enfrenta esta infraestructura?
La mayor parte del riego en Chile depende de la captación de agua desde ríos, esteros y embalses, utilizando una red de canales de tierra. Sin embargo, estos sistemas presentan varios problemas, como filtraciones, contaminación y la inestabilidad en las laderas. Menos del 20% de los canales están revestidos, lo que provoca grandes pérdidas de agua por infiltración y evaporación.
¿Cuáles serían los beneficios de revestir los canales?
Revestir los canales ofrece varios beneficios significativos. En primer lugar, reduce considerablemente las pérdidas de agua, lo que mejora la eficiencia del riego. También disminuye la evaporación y los costos de mantenimiento, previene la contaminación del agua y controla la erosión. Esta medida es especialmente clave en zonas con estrés hídrico, como la zona central de Chile, donde puede mejorar la sostenibilidad agrícola y ayudar a preservar los recursos hídricos.
¿Qué medidas ha implementado el gobierno para mejorar la infraestructura de riego?
El gobierno, a través de la Comisión Nacional de Riego (CNR), ha impulsado la modernización de la infraestructura de riego, promoviendo proyectos de revestimiento y mejoras tecnológicas. Sin embargo, la mayoría de los canales rurales siguen sin revestir, lo que representa un gran desafío en la gestión eficiente del agua, especialmente en un contexto de cambio climático.
¿Qué importancia tiene la construcción de embalses en la gestión del agua en Chile?
La construcción de embalses es fundamental para enfrentar la sequía y garantizar el suministro de agua a largo plazo. Un embalse permite almacenar el agua en épocas de abundancia para su uso en épocas de sequía, lo cual es esencial tanto para el suministro de agua potable como para la agricultura.
¿Qué criterios se deben considerar para que un embalse sea rentable y eficiente?
Para que un embalse sea rentable, debe ubicarse estratégicamente, preferiblemente en una cota alta del valle, y contar con una cuenca tributaria adecuada que minimice la superficie inundada. Además, el proyecto debe mantener costos razonables y un impacto socioambiental favorable, evaluando cuidadosamente el equilibrio entre el beneficio económico y el impacto en el entorno.
¿Cuáles son los principales proyectos de embalses en la zona central de Chile?
En la zona central, destacan los embalses Los Aromos, en Valparaíso; El Yeso, en la Región Metropolitana; y Convento Viejo y Rapel, en la región de O’Higgins. Estos embalses son esenciales tanto para el suministro de agua potable como para el riego agrícola.
¿Qué obstáculos están afectando el desarrollo de nuevos proyectos de embalses en Chile?
Actualmente, más de 20 proyectos de embalses están en fase de estudio y solo 3 se encuentran en etapa de concesión o construcción. El avance ha sido lento debido a tres factores clave:
1. Impacto ambiental: La construcción de embalses puede dañar ecosistemas locales, por lo que se requieren estudios ambientales detallados y, en muchos casos, medidas de compensación ecológica. Estos estudios pueden ser complejos y prolongados, lo que retrasa los proyectos.
2. Financiamiento: La construcción de un embalse requiere una inversión significativa, lo que demanda cooperación entre el Estado y los agricultores. En muchos casos, la falta de financiamiento adecuado ha retrasado los proyectos, especialmente en zonas rurales.
3. Cambio climático: Los embalses se planifican y proyectan basándose en series hidrológicas históricas, pero el cambio climático ha alterado esas estadísticas. Entre 2010 y 2022, muchas regiones de Chile han experimentado un déficit hídrico que no se había previsto en las proyecciones originales. Esto ha obligado a reformular varios proyectos, retrasando aún más su implementación.
Al final de la entrevista podemos decir que la gestión eficiente del agua en Chile es un desafío complejo que requiere una combinación de inversión en infraestructura, avances tecnológicos y políticas públicas coordinadas.