Desalación: La solución que busca garantizar el recurso agua

Las nuevas tecnologías han permitido construir plantas exitosas en todo el mundo, donde hay testimonios del potencial que tiene para el rubro agroalimentario, disponer de agua permanentemente garantizada, limpia y […]
Las nuevas tecnologías han permitido construir plantas exitosas en todo el mundo, donde hay testimonios del potencial que tiene para el rubro agroalimentario, disponer de agua permanentemente garantizada, limpia y de calidad.
La desalación se está presentando como una de las principales soluciones para enfrentar la escasez hídrica en especial en el norte de Chile, donde ciudades como Tocopilla se abastecen de este tipo de sistema. Pero las ventajas del procesamiento de agua de mar no solo sirven para las ciudades, también el mundo agrícola se ha visto beneficiado, y comienza a volcar sus esperanzas en la instalación de nuevas plantas que permitan un mayor suministro de agua.
Sobre los avances de este tipo de sistemas hablamos con la experta española, Belén Gutiérrez, quien trabaja como Jefa del Departamento de Desalación de I+D+I en la empresa GS Inima Environment, una de las empresas más importantes del rubro y con mayor experiencia a nivel mundial, la que además, ya ha instalado varias plantas en Chile.
En primer lugar, Belén Gutiérrez abordó un poco el contexto español y la experiencia que se tiene en el país ibérico con este tipo de sistemas: «La desalación en España tiene mucha historia porque es un país pionero en todo el tema. La primera planta desaladora en el país fue construida en el año 1964 en la isla de Lanzarote, hace 60 años. Se trata de un camino de innovación donde nos hemos ido adaptando».
Actualmente, España cuenta con una amplia red de plantas desalinizadoras, principalmente en el sureste del país, hacia el mediterráneo, donde por años han tenido que enfrentar una sequía que ha complicado a los agricultores y empresas dedicadas a productos tan tradicionales como el aceite de oliva, donde ese país es el principal productor a nivel mundial.
Pero a pesar de las enormes posibilidades que tiene para Chile, han aparecido voces que advierten sobre las afectaciones al medioambiente que podrían existir. Sobre esto, la representante de GS INIMA señala: «Es verdad que se habla del impacto de la salmuera, pero el concentrado no deja de ser agua de mar con una concentración de sal mayor. Pero esto es algo que la tecnología tiene resuelto. La experiencia es que hay plantas que han estado funcionando por más de 20 años y donde el vertido no es un problema».
Se puede decir hoy que se trata de un recurso de calidad y garantizado, donde no dependemos de la climatología para obtener agua. En España la desalación está ayudando a los productores a recuperar los acuíferos que estaban sobreexplotados. Esto ha permitido mejorar la producción y la creación de puestos de trabajo. Con esto decimos que el impacto ha sido económico, medioambiental y social.
Además, acerca de la relación de la desalación con la agricultura, expuso el ejemplo de Almería, región de España reconocida como el huerto de Europa, donde el agua proveniente de sistemas de desalación ha ayudado a que hoy esta región que representa el 0,24% del suelo español, sea la responsable del 24% de la producción agrícola del país, con más de 3,7 millones de toneladas, quedando incluso por encima de países como Portugal, Grecia y Alemania.
Finalmente la experta afirma: «Creo que la desalación es un recurso más, que hay que estar tranquilos porque es un recurso de calidad, complementario y garantizado, que es algo que están buscando muchos agricultores que dicen que quieren agua para siempre».