INIA, a través de su Red de Bancos de Germoplasma y en conjunto con el Ministerio de Ciencias, está desarrollando el proyecto “Cultivos tradicionales de Chile: Fuente de alimentos nutritivos para la Seguridad y Soberanía Alimentaria del país”, cuyo objetivo es aportar con el aumento de la diversidad productiva, generando acciones de resguardo y conservación en diferentes territorios del país.
Cultivar semillas comerciales importadas, las cuales suelen ser de calidades nutricionales inferiores y más altas en azúcares y almidones a las variedades tradicionales es una constante en los campos chilenos, y es que éstas han sido seleccionadas para mejores rendimientos y resistencia a factores bióticos, en desmedro de otras características como valor nutricional y adaptación a las condiciones locales.
Por ello, y con el objetivo de fomentar el uso de semillas de variedades tradicionales de diferentes cultivos conservados en la Red de Bancos de Germoplasma, es que el Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA comenzó en noviembre a ejecutar el proyecto “Cultivos tradicionales de Chile: Fuente de alimentos nutritivos para la Seguridad y Soberanía Alimentaria del país”, cuyo objetivo es aportar con el aumento de la diversidad productiva, generando acciones de resguardo y conservación en diferentes territorios y de esta forma favorecer una agricultura más resiliente y una alimentación más saludable.
El valor de lo tradicional
“Las semillas tradicionales son semillas que han estado en manos de agricultores siendo cultivadas por cientos de años y que tienen varias particularidades, una de ellas es que son cultivos o variedades que están altamente adaptadas a las condiciones locales donde han sido cultivadas y eso puede tener una ventaja ante los escenarios actuales de cambio climático, por ejemplo ser más resistentes a déficit hídrico o más resistente con las altas temperaturas, en comparación con las variedades introducidas, ya que estas son variedades que han crecido y se han desarrollado en los territorios de nuestro país”, explicó Carolina Pañitrur, Coordinadora Nacional de Soberanía Alimentaria de INIA,
Y agregó: “Por otra parte, estamos investigando los aportes nutricionales de estas variedades tradicionales, que en comparación con los cultivos que comemos habitualmente pueden tener más valor nutricional. Lo otro importante es el valor ancestral que tienen estas semillas, porque muchas veces han sido traspasadas de generación en generación, traen recuerdos de abuelos, de familia, entonces también tienen un valor cultural”.
De esta forma, se espera fortalecer las variedades tradicionales entregando estas semillas a la agricultura familiar campesina, además de avanzar en la entrega de valor de estas variedades, mediante evaluaciones agronómicas y nutricionales que aporten a la toma de decisiones productivas y de utilización.
Emilio Villalobos, coordinador del proyecto en INIA Intihuasi (Región de Coquimbo), indicó que actualmente se están multiplicando distintas variedades de semillas correspondientes a dos especies, poroto y maíz, las cuales, posteriormente, se analizarán tanto productivamente como nutricionalmente. “Esta tarea se está llevando a cabo simultáneamente en el Centro de la Biodiversidad en Vicuña y en las huertas de agricultores locales. Se está trabajando de la mano con estos agricultores para multiplicar estas semillas, con el objetivo de poner a disposición de la comunidad todo el conocimiento y la información recopilada durante este proceso. La cooperación directa con los agricultores es fundamental, ya que se busca que este trabajo beneficie tanto a ellos como a la iniciativa en sí, y refleja una acción conjunta y coordinada hacia un objetivo común, la seguridad y soberanía alimentaria del país”.
La Red de Bancos de Germoplasma de INIA conserva, desde el año 1990, colecciones de semillas de cientos de variedades tradicionales de cultivos, esenciales para la alimentación humana, siendo una de sus características principales ser fuentes de alimentos con alto potencial nutricional y estar altamente adaptados a las condiciones locales.