En medio de la necesidad de encontrar soluciones amigables para el medio ambiente, un grupo de científicos espera desarrollar nuevas estrategias de biocontrol más sustentables que permitan reemplazar el uso de pesticidas.
Desde hace años comenzó un nuevo paradigma en la agricultura a nivel mundial, donde se busca producir más, pero siempre buscando soluciones que sean inocuas o de bajo impacto para la salud humana, teniendo en cuenta tanto el bienestar social como el del medioambiente.
Esto es lo que busca un estudio que está a cargo de la científica, Consuelo Olivares, del Instituto Milenio de Biología Integrativa (iBio), desarrollar nuevas estrategias de biocontrol más sustentables para combatir las plagas en los cultivos, en lugar de depender exclusivamente de pesticidas. Se espera que los hallazgos de la investigación permitan contribuir de manera importante a la reducción de pérdidas económicas y a una producción agrícola más sostenible.
La proliferación de plagas e infecciones de hongos ha sido un desafío importante para la agricultura tanto en Chile como en el mundo, provocando pérdidas económicas considerables y afectando la calidad de los productos agrícolas, muestra de ello es que entre el 10 y el 28% de la producción mundial de cultivos se pierde debido a las plagas.
Reemplazando los pesticidas
La agricultura ha utilizado pesticidas para combatir las infecciones causadas por hongos fitopatógenos por años. Sin embargo, esta practica ha sido criticada por muchos, debido a los problemas ambientales que pueden generar, ya que los productos químicos que contienen los pesticidas pueden generar efectos adversos en el ambiente.
Consuelo Olivares y su equipo se enfocaron en potenciar el uso de un hongo biocontrolador llamado T. Atroviride, que estimula la respuesta inmune de las plantas y ataca directamente a los hongos fitopatógenos a través del micoparasitismo. El estudio se centrará en comprender la regulación transcripcional en este proceso, con el objetivo de generar nuevas cepas que sean más efectivas en el biocontrol de diferentes hongos patogénicos.
“En este proyecto buscamos enfocar nuestra atención en entender la regulación transcripcional que ocurre en T. Atroviride en el proceso de micoparasitismo, con el objetivo de responder algunas preguntas, tales como: ¿cuáles son los reguladores transcripcionales claves que modulan el proceso? ¿estos reguladores varían dependiendo del patógeno con el que se enfrente? ¿cómo el medio de cultivo impacta esta regulación?”, detalla Olivares.
Origen de la idea
La investigadora del Instituto Milenio de Biología Integrativa iBio, trabaja actualmente en la UNAB comentó cómo nació la idea de trabajar con hongos para controlar determinadas plagas que aparecen en los cultivos “En la naturaleza se ha descrito que existen hongos que tienen la capacidad de micoparasitar a otros organismos, es decir, son capaces de reconocerlos y promover la síntesis de compuestos que pueden matar al organismo. De esta forma, se ha descrito que varias especies del género trichoderma pueden sintetizar enzimas capaces de degradar la pared celular de los hongos que parasitan. Lo cual permite utilizar especies pertenecientes a este género para controlar el ataque de diversos hongos, patógenos vegetales, ya que los productos sintetizados por trichoderma no dañan a las especies vegetales, si no que, por el contrario, Trichoderma también secreta productos que estimulan la respuesta inmune de la planta ante el ataque de patógenos”.
Sobre cómo se estimula la respuesta inmune de la planta con este tipo de hongos, explica: “A través de la síntesis de metabolitos secundarios, los cuales son censados por las plantas y les permiten activar la respuesta inmune”.
Por el momento, los estudios se están realizando principalmente sobre especies de hongos patógenos, como B. cinerea y R. solani, pero en el futuro se trabajará con cultivos de tomate.
Según señala la encargada del estudio los primeros resultados estarían listos para finales de 2025. Esto sería una oportunidad enorme para desarrollar una solución innovadora para la protección de los cultivos a nivel nacional e Internacional, donde cada vez es mayor el interés por contar con sistemas de protección que sean efectivos, naturales y que potencien la calidad de nuestros productos.