La expansión y uso avanzado de la Inteligencia Artificial ha llegado para quedarse. En los últimos años su aplicación ha traspasado fronteras e industrias, llegando a sectores tan variados como únicos. En el mundo agrícola su aporte ha sido de gran relevancia, llegando a optimizar toda la cadena alimenticia, tal como explicó Xavier Domingo, Director de Unidad de la Inteligencia Aplicada de Eurecat, Barcelona, en el evento “Acelera Circular”, que se llevó a cabo los días 8 y 9 de mayo en la región del Maule.
“Básicamente la brecha está en la aceptación de la tecnología, pero aporta en todos los sentidos, desde los cultivos, el ganado, las industrias de procesados, toda la cadena alimenticia; está presente en los procesos de control y en las maquinarias, en cómo puedo utilizar de manera eficiente los recursos, las materias primas, emisiones, gestiones y cumplimientos normativas”.
Pero en simples palabras, ¿cómo se aplican estas innovadoras herramientas? La respuesta está en la cotidianidad y en las labores diarias, ahí es donde aparecen nuevas oportunidades y formas de llevar a cabo los procesos que ya conocemos, por ejemplo, en la selección de alimentos, la tecnología ha permitido que en cuestión de microsegundos, a través de cientos de imágenes, se escoja frutas, verduras, etc, de la mejor calidad posible, que finalmente son enviadas a exportación. Eso sí, su uso para nada descarta del todo la necesidad del potencial humano, el que debe adaptarse a este nuevo escenario. “Ser valiente en aceptar las nuevas ayudas, este nuevo asistente que te va ayudar para tus tareas y también, capacitarse a nivel de skid, a nivel individual, ya que estos nuevos sistemas no son sencillos y eso requiere información”, agrega el especialista.
Por otro lado, en temas de gestión hídrica hay varias plataformas y aplicaciones, se puede mezclar y cruzar información, estado fenológico, fisiológico del fruto en sí, para hacer un riego más eficiente, “esto es fácil decirlo, pero, difícil implementar, ya que muchas veces no hay agua. Sin embargo, la inteligencia artificial puede ayudar, puedes montar escenario anotando el volumen de agua y puedes evaluar la mejor estrategia de riego”.
El reto más grande, según agrega Dominguez, es convencer al agricultor, que regando menos te asegura de todas formas, tener un fruto de buena calidad. Ya que ellos están acostumbrados a regar de cierta manera y es complejo hacer esos cambios. Intercambio de información y de experiencias.
De esta manera, el impacto de la Inteligencia Artificial en la agricultura es solo el comienzo de una revolución tecnológica que promete transformar el sector agroalimentario de manera profunda y duradera. Al permitir una gestión más eficiente y precisa de los recursos, la IA está ayudando a enfrentar desafíos críticos como el cambio climático, la escasez de agua y la necesidad de aumentar la producción de alimentos para una población mundial en crecimiento.
Con estas innovaciones, los agricultores pueden tomar decisiones más informadas y estratégicas, optimizando cada etapa del proceso agrícola desde la siembra hasta la cosecha y distribución. A medida que la tecnología avanza, es esencial fomentar la colaboración entre agricultores, investigadores y desarrolladores de tecnología para maximizar los beneficios de la Inteligencia Artificial.
La formación y la adaptación son claves para integrar estas herramientas de manera efectiva en las prácticas agrícolas diarias. Además, la accesibilidad y el apoyo continuado a los agricultores serán cruciales para asegurar una transición fluida y exitosa hacia un futuro agrícola más sostenible y productivo. La Inteligencia Artificial no es solo una herramienta para el presente, sino una promesa de innovación continua que llevará a la agricultura a nuevas alturas, asegurando la seguridad alimentaria y la sostenibilidad para las generaciones futuras.
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