El Centro Experimental INIA Huasco, ubicado en Vallenar, comenzó con el Programa de Encuentros Tecnológicos PET, instancia en la que delegaciones de estudiantes, profesionales, técnicos y agricultores pueden conocer las instalaciones del centro y participar en charlas enfocadas en el área olivícola.
Conocer el impacto que el cambio climático tiene en la olivicultura fue el tema que se trató a fondo en el último encuentro tecnológico desarrollado en el Centro Experimental INIA Huasco del Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA Intihuasi.
Durante la jornada de capacitación y encuentro fueron aproximadamente 15 personas las que participaron en tres charlas dictadas por los investigadores de INIA Francisco Tapia, Francisco Meza y Nicolás Verdugo, quienes enfocaron sus exposiciones en los efectos del cambio climático en el olivo, efectos de la calidad del agua para cultivos así como la situación hídrica regional.
Para Robinson González, olivicultor de Huasco Bajo, se trata de una experiencia enriquecedora, “ha sido provechoso, siempre están saliendo cosas nuevas, tecnologías y conviene estar siempre actualizado de lo que viene, qué resguardos debemos tener con el cambio climático, con la sequía como aprovechar mejor el recurso del agua, que tecnología utilizar y cual es la más conveniente”, sostuvo el olivicultor, añadiendo que además puede compartir experiencias con olivicultores de otras zonas productivas de la Región de Atacama.
Francisco Tapia, investigador de INIA y director del Programa de Encuentros Tecnológicos PET, en el que se enmarcaron las charlas indicó que, la idea del proyecto es acercarse a los agricultores, “el propósito de ello es que profesionales investigadores den charlas en el terreno, en el campo experimental que INIA tiene en Huasco, orientado principalmente a la producción de olivos y su cadena agroindustrial, aceite de oliva, aceituna de mesa y comercialización”.
«Algo está pasando»
Sobre esta actividad en particular, el investigador señaló que, es importante considerar el cambio climático para el manejo agronómico de los olivos, “hoy día se están produciendo algunos cambios poco perceptibles por las plantas, pero cuando se produce la fenología del cultivo, la floración, la cuaja, la madurez y sobre todo la cosecha, nos damos cuenta de que algo está pasando. Estamos haciendo los mismos manejos agronómicos, pero la producción ya no es la misma o se producen daños por heladas o la floración o la cuaja han sido escazas”.
En ese sentido, Tapia destacó que con el PET se produce un acercamiento con los agricultores que permite darles a conocer alternativas y nuevas herramientas para mejorar tanto sus cultivos como sus productos finales, destacando que el Centro Experimental INIA Huasco es un referente olivícola para el país, especialmente en las regiones desde Coquimbo hasta Antofagasta, y llamando, a quienes estén interesados en aprender, a participar en estos encuentros, “todos los proyectos tienen su raíz en este centro, está escrito lo que hemos hecho, el centro de ese conocimiento en particular sale de este sector y agricultores que nunca han participado lo pueden hacer en grupo y nosotros podemos coordinar charlas especificas en los temas que ellos prioricen de acuerdo a lo que nosotros nos dedicamos en nuestro centro de investigación que no es solo huerto, sino también la industrialización”.
En tanto, la secretaria regional ministerial de Agricultura (S), Mei Maggi Achu, manifestó que “esta iniciativa desarrollada por el INIA, acerca nuestro quehacer no sólo a nuestros agricultores, sino que, a toda la comunidad educativa, que de una u otra forma se relacionan con nuestro rubro. Eso permite transferir conocimiento, mostrar nuevas tecnologías, principalmente a nuestros olivicultores. Además, de que las dudas de quienes nos visiten sean respondidas por nuestros profesionales, expertos en la materia. Esperamos seguir siendo un aporte al fomento y desarrollo de la industria olivícola del valle del Huasco”.