Aminochem: Uniendo dos industrias en el camino de la sostenibilidad

Aminochem: Uniendo dos industrias en el camino de la sostenibilidad
16-02-2024

El uso del salmón en distintos procesos agrícolas, se encuentra en pleno auge, desde la utilización de los lodos de la salmonicultura para fertilizar los suelos, hasta el uso prácticamente […]

El uso del salmón en distintos procesos agrícolas, se encuentra en pleno auge, desde la utilización de los lodos de la salmonicultura para fertilizar los suelos, hasta el uso prácticamente completo del salmón para la creación de una amplia gama de productos para la industria agroalimentaria.

Muestra de ello, es el trabajo realizado por Aminochem, filial agrícola del holding Fiordo Austral, quienes trabajan desde 2013 como pioneros en el uso de excedentes del salmón para generar diversos productos agrícolas sustentables, como bioestimulantes, activadores de la vida en los suelos y protectores de cultivos.

Pero ¿Cómo se logran integrar dos industrias tan diferentes? ¿De qué forma un salmón podría fertilizar la tierra? Se lo preguntamos a Carlos Baier, jefe técnico de Aminochem y esto fue lo que nos explicó:

“Aproximadamente, se aprovecha el 70% del salmón una vez cosechado, cuando sale de los centros de cultivo, y cerca de un 30% se transforma en excedentes. Y paralelamente, en todo el proceso de producción del salmón, desde el smolt pequeñito que se produce en las pisciculturas hasta que se cosecha el salmón terminado entre los 18 y 24 meses, algunos salmones mueren dentro del ciclo productivo como en todo tipo de producción pecuaria”. En este caso, según explica Carlos, estos deben ser retirados cuidadosamente en el menor tiempo posible (horas) y se estabiliza para formar el ensilaje de salmón, materia prima de alto valor biológico. Todo esto para dar cumplimiento a la exigente norma que rige el manejo de los excedentes en la producción del salmón, con los más altos estándares de cuidado del medioambiente.

“Estas dos fuentes de materia prima, excedentes frescos y ensilaje de salmón, constituyen hoy día la materia prima para la producción de aceite y harina de salmón, cuyo destino principal es la alimentación animal y la nutrición vegetal. En este último punto es donde Aminochem, filial agrícola de Fiordo Austral Group, ha liderado el desarrollo de fertilizantes y bioestimulantes derivados de la proteína de salmón y ha promovido la Economía Circular, concepto que está arraigado en el ADN de todo el holding, liderando el desarrollo de una agricultura regenerativa y sostenible”, expresa Carlos.

Como explica el jefe técnico de Aminochem, la proteína de salmón es de alta calidad biológica, utilizada ampliamente en la elaboración de alimentos de mascota premium. Y en el caso de la agricultura, esta alta calidad biológica de la proteína de salmón y los procesos a través de los cuales la empresa formula tanto los aminoácidos, la materia orgánica y extrae el aceite puro de salmón, son usados a nivel agrícola, donde las plantas y cultivos ya sean anuales o perennes (frutales) responden muy positivamente en distintas partes del mundo al uso de los derivados de la proteína de salmón como fertilizante o bioestimulante. “Nosotros hemos ido, a través de distintos estudios con investigadores de Chile y el extranjero, determinando los beneficios que generan nuestros productos para beneficiar las plantas y el suelo, sobre todo la microbiología benéfica del suelo”.

La historia de Aminochem como una empresa amigable con el medioambiente surge en la década del 90’ “casi por accidente o por observación, ya que en esa época se botaban los excedentes del salmón a los vertederos y se veía que alrededor de ellos surgía un pasto mucho más verde que en otros lugares. Ya en la década del 2000 comenzaron a hacerse las primeras pruebas. Esto deriva de un proyecto financiado por Corfo, un proyecto innovador, donde se empezó a desarrollar los derivados de la proteína de salmón como bioestimulantes y fertilizantes, aminoácidos, en primer lugar, de ahí nace Aminoterra, que es nuestro producto más emblemático y el más antiguo”, explica Carlos.

Edgardo García, gerente general de Fiordo Austral, cuenta que: “En 2008, la industria de la salmonicultura fue impactada por una fuerte crisis debido a la presencia del virus ISA tanto en la región de Los Lagos como de Aysén. En base a esto, la propia industria salmonera incorporó diversas medidas sanitarias para evitar la propagación del virus, y una fue establecer que la mortalidad de los centros de cultivo se ensilara para evitar la propagación del virus, esto implicó que se inactivara en origen y no se destinara para harinas o aceite. Esto nos impulsó a iniciar una búsqueda respecto de cómo dar un nuevo valor a esta materia prima. Y es así como gracias a un proyecto Corfo se comenzaron a hacer ensayos en plantas y praderas, demostrándose que los aminoácidos libres son un catalizador de la fisiología de las plantas y un importante bioestimulante. Esto nos abrió las puertas para resignificar lo que en un comienzo podría haber terminado en vertedero, creando un insumo clave para la agricultura de nuestro país, potenciando así la economía circular”.

De esta forma, en 2013 nace Aminochem, y deja de ser una unidad de negocios de la pesquera Pacific Star y amplían el portafolio, así nace el Biominol, materia orgánica líquida orientado a activar la biología del suelo y mejorar las raíces de los cultivos en distintas partes del mundo. Después, comienzan a trabajar el aceite de salmón como un aceite de uso agrícola. Así es, como se han preocupado de tener un portafolio de productos orgánicos.

Si bien Aminochem ha alcanzado un gran éxito trabajando los productos derivados de la industria del salmón y su integración a la agricultura, continúa creciendo y según explica Carlos Baier “Nada de esto sería posible si el equipo que forma Amionochem no estuviera en la misma sintonía de la economía circular, la agricultura regenerativa y la sostenibilidad, pero también de ofrecerle un negocio atractivo a nuestros clientes y juntos poder sostener el producir más y de mejor calidad”.

Desde el punto de vista agrícola, la compañía se ha preocupado también por la sostenibilidad, es decir que sus productos sean productos amigables con el medioambiente, pero también rentables para quienes los quieran utilizar. Así es como sus productos están orientados ya sea a complementar un programa tradicional de nutrición en un cultivo como a rebajar el uso de fertilizantes sintéticos. Actualmente están estudiando la reducción de riego, cómo hacer más eficiente el uso de agua y reducir el uso de fitosanitarios, ofreciendo un sistema que permita hacer que las plantas se puedan defender de las plagas, pero esto debe ser rentable para que los productores se interesen por estos productos más sostenibles, comenta el jefe técnico de la empresa.

Actualmente, la empresa está realizando la medición de su huella de carbono, además de medir el impacto de sus productos sobre la microbiología benéfica.

Desde el holding Fiordo Austral, Edgardo García, explica que trabajar orientados a la sostenibilidad “Ha sido una experiencia desafiante y muy enriquecedora a la vez, estar en constante búsqueda para potenciar la sostenibilidad y ser un aporte real para la industria. Más que una clave, en esta labor de la mano con la sostenibilidad, hay un conjunto de acciones que nos permiten continuar con nuestro trabajo considerando cada arista desde la innovación, el trabajo colaborativo con nuestros equipos, el cuidado del medio ambiente y estrechar lazos con nuestros clientes, entre otras”, concluye.

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