Según Francisco Gana, jefe del Departamento de Estudios de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), las actividades agrícolas en Chile están proyectadas a crecer entre un 2% y un 3%. Esta proyección se alinea con la información preliminar proporcionada por el Banco Central, que estima un crecimiento general del sector agrícola entre un 2,4% y un 2,5%.
El sector frutícola se destaca con un crecimiento proyectado del 4,5%, mientras que las viñas enfrentan una disminución del -1,5% a -2%. Por otro lado, el sector pecuario proyecta un crecimiento del 2%, pero el sector silvícola anticipa una caída de al menos un 1%.
Gana enfatiza la importancia de evaluar la disponibilidad de agua, especialmente en los cultivos anuales. La producción en viñas y fruticultura ya está comprometida, y el cambio de variedades en estos sectores es un proceso lento que requiere decisiones a largo plazo. Además, se destaca que la temporada ha sido relativamente mala para los cultivos anuales, lo que podría resultar en caídas en la producción.
Las recomendaciones están enfocadas para el año 2025, con una distribución del PIB proyectada del 40% en el primer trimestre, un 22% en el segundo trimestre, un 11% en el tercer trimestre y entre un 25% y 27% en el cuarto trimestre.
En cuanto al impacto climático en la economía, se espera una buena disponibilidad de agua en general, excepto en la región de Coquimbo. El derretimiento de la nieve podría aumentar los cauces de los ríos, beneficiando así a la agricultura. Sin embargo, la zona centro-norte enfrentará más dificultades de agua que la zona centro-sur. Aunque existe incertidumbre sobre las heladas, las horas de frío del Fenómeno de la Niña podrían beneficiar especialmente a la fruticultura.
El sector lácteo se encuentra en una situación relativamente buena, pero la ganadería enfrenta problemas graves debido al comercio internacional, ya que Chile importa más del 50% de la carne de vacuno que consume. El mercado chileno tiende a orientarse más por precios que por calidad. Los insumos alimenticios tienen una influencia significativa en otras carnes, y precios favorables junto con costos más bajos permiten mayores márgenes a los ganaderos.
Por último, en el sector forestal se espera una recuperación a medida que disminuyan las tasas de interés internacionales. Sin embargo, es necesario controlar la inflación, ya que el Banco Central ha señalado que aún no está completamente controlada.
Fuente: La Tribuna, vía SNA