Este año la Escuela Agrícola de San Felipe cumplió 100 años de historia, eso la convierte en la escuela agrícola más antigua de Chile. Hoy continúa cumpliendo un rol primordial en la formación de los y las técnicos agrícolas en el corazón del Valle del Aconcagua.
El desarrollo y la implementación de las nuevas técnicas agrícolas resultan una labor clave en la agricultura moderna. ¿Pero que se está realizando en este ámbito en las escuelas agrícolas a lo largo del país? Hablamos con Carlos Dasso Dote, director del establecimiento agrícola más antiguo de Chile.
Se trata de la Escuela Agrícola de San Felipe, un recinto que hoy cuenta con más de cuarenta hectáreas donde se educan más de 500 alumnos. Una misión donde la sostenibilidad resulta clave, en especial cuando nos enfrentamos a producir de manera más orgánica y optimizando los recursos como el agua.
La sostenibilidad
La implementación de este enfoque, que busca trabajar con una agricultura más orientada al cuidado del medio ambiente, junto al trabajo y compromiso de toda la comunidad educativa, es lo que les permitió obtener la certificación del Ministerio del Medio Ambiente. Como explica Carlos Dasso, director de la Escuela Agrícola de San Felipe: “Implementamos iniciativas y acciones en las cuales todos estamos comprometidos en ejecutarlas. Una parte se basa en la aplicación de nuevas tecnologías que nos permitan usar de manera más eficiente los recursos naturales. Además, en las distintas áreas de la escuela se enfatiza el reciclaje, donde podemos reutilizar los recursos contribuyendo a reducir la basura. Por otra parte, tenemos una estrecha vinculación con la comunidad educativa de San Felipe, ya que muchas instituciones de enseñanza preescolar y básica nos visitan para conocer desde dentro nuestra escuela y saber cómo trabajamos para contribuir a la sostenibilidad del medioambiente”.
Entre las acciones que la escuela realiza para enseñar una agricultura más sostenible, destaca el trabajo que se realiza con los estudiantes en terreno, antes del cual se explica técnicamente lo que se realizará, generándose un espacio para el intercambio de conocimientos que previamente han adquirido los estudiantes, ya que muchos de ellos pertenecen a familias que practican la agricultura familiar campesina, además “Se explica a los estudiantes la importancia de tener la conciencia de mejorar el medio ambiente en cada una de las acciones que realizamos en terreno, siendo la más importante la producción de alimentos. Proceso en el cual nos preocupamos de usar al máximo los recursos que tenemos disponibles, evitando contaminar los recursos naturales y teniendo el autocuidado correspondiente para evitar accidentes”.
La visión
La visión actual de la Escuela Agrícola de San Felipe es entregar una educación técnica profesional de calidad a los jóvenes del Valle del Aconcagua, inculcando valores que les permitan tanto desempeñarse exitosamente en el ámbito profesional como desarrollarse personalmente.
Acerca de lo que representa la escuela para la ciudad de San Felipe, Carlos expresa: “La Escuela Agrícola de San Felipe, por su amplia trayectoria e historia en el Valle del Aconcagua y el país, marca un referente de la educación técnico profesional, en la formación de profesionales que han contribuido y seguirán contribuyendo a mejorar el desarrollo profesional de nuestro país”.
Un poco de historia
En el año 1923, las autoridades de la época, junto a empresarios y autoridades agrícolas de Aconcagua observaron la importancia que tendría la instalación de una escuela agrícola tanto para la zona como para el país, para lo cual se adquiere la propiedad de la familia Trivelli, que incluye casi 50 hectáreas, una casona de arquitectura colonial y varias dependencias propias de la época, lugar en el que surge la Escuela Agrícola de San Felipe el 09 de abril de 1924.
Antonio Walker, presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), explicó la importancia de contar con una escuela agrícola como la de San Felipe: “Contar con una escuela agrícola como la de San Felipe, realmente es un orgullo para la SNA, 100 años educando, 100 años formando jóvenes, atrayendo jóvenes hacia la agricultura, más de 5 mil egresados que han pasado por esta escuela, más de 54 colaboradores, 33 docentes del más alto nivel. Y una de las labores más lindas que realizan la Sociedad Nacional de Agricultura, es la labor educativa de formar jóvenes para que nos ayuden a atraer al campo la tecnología, la digitalización, la innovación, la automatización. Todo lo que dice relación con la juventud, que son personas de un mundo globalizado y la verdad que uno de los ejes que nos mueve en la Sociedad Nacional de Agricultura es modernizar la agricultura y qué mejor que formar jóvenes”.
Y agregó: “El rango etario en la agricultura es alto, por lo tanto necesitamos reencantar a los jóvenes y qué mejor que con una formación técnico profesional, con una formación de aprende haciendo. Necesitamos técnicos profesionales hoy en los campos, porque realizan un buen uso de la tecnología, tienen toda una mirada medioambiental de la economía circular, de la sostenibilidad, por lo que creo que van a hacer un tremendo aporte a la agricultura chilena todos los alumnos que egresan de aquí”.