En un contexto de crisis climática y sequías cada vez más severas, un grupo de investigadores de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), ha desarrollado un innovador producto que espera ser una solución para los agricultores afectados por la falta de agua. Se trata de un hidrogel que se aplica a nivel del suelo y tiene la capacidad de mantener el agua por más tiempo en las raíces de las plantas, mitigando así los efectos de la sequía en las plantaciones.
Innovación Científica para la Agricultura
El proyecto, respaldado por el Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondef I+D) de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, es un estudio interdisciplinario que tiene como objetivo principal la creación de un hidrogel que se distribuirá a través de las líneas de riego, reduciendo significativamente los impactos de la sequía, proporcionando una fuente constante de humedad a las plantas.
El desarrollo de este innovador producto se basa en la utilización de la bacteria Azotobacter vinelandii, que en condiciones controladas produce una molécula llamada alginato. Este alginato es clave para la formulación del hidrogel, ya que tiene la capacidad de retener grandes cantidades de agua, liberándola gradualmente y permitiendo que las plantas accedan a ella de manera más eficiente.
La iniciativa se encuentra en su primer año de desarrollo, fase en la que los investigadores están trabajando en perfeccionar la fórmula de aplicación del hidrogel para asegurar su eficacia y facilidad de uso en diversos tipos de cultivos.
Una solución necesaria
La crisis climática ha exacerbado las condiciones de sequía en muchas regiones del mundo, afectando gravemente la agricultura. Los patrones de precipitación se han vuelto más erráticos, y las temperaturas más altas aumentan la evaporación del agua del suelo. Estas condiciones desafían a los agricultores a encontrar métodos innovadores para conservar el agua y asegurar la productividad de sus cultivos.
El hidrogel desarrollado por la PUCV representa una prometedora herramienta en la lucha contra la sequía. Al mejorar la retención de agua en el suelo y facilitar su absorción por las raíces, este producto no solo ayuda a conservar un recurso vital, sino que también puede aumentar la resiliencia de los cultivos frente a condiciones climáticas adversas.
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