En la búsqueda de procedimientos que nos lleven hacia una agricultura más sostenible es que, entre quienes se dedican al cultivo del tomate, han surgido tres prácticas que se han popularizado cada vez más: el humus de lombriz, el té de compost y el compostaje de las plantas de tomate, que una vez cosechadas se utilizan para fertilizar el suelo. El tomate es una de las hortalizas que más nutrientes consume del suelo, ya que para su desarrollo necesita macronutrientes como nitrógeno, fósforo y potasio, además de micronutrientes como calcio y magnesio, entre otros. Por esta razón, en su
- Agroalimentación, Biodiversidad
- Por: GreenNetwork
En la búsqueda de procedimientos que nos lleven hacia una agricultura más sostenible es que, entre quienes se dedican al cultivo del tomate, han