La empresa chilena comenzó en el año 2018 con el objetivo de convertir el desierto chileno en terreno cultivable. Una apuesta que se basa en las enormes condiciones que tiene el norte de nuestro país para la generación de energía y la desalinización de agua de mar
Casi como José Arcadio Buendía soñó que en medio de la selva se levantaba una ciudad ruidosa llena de casas de paredes de espejos llamada Macondo. Hace unos años un grupo de jóvenes chilenos vieron en el desierto más seco del mundo, ya no un lugar estéril, sino que un mundo de posibilidades donde se podría instalar el futuro de la agricultura chilena.
Fue así como iniciaron Green Atacama, un proyecto con el cual han comenzado a regar el desierto utilizando agua desalinizada proveniente del mar, a bajo costo.
Una idea que nos relata Tomás Pérez, Gerente de Desarrollo de Green Atacama, quien explica que todo nació de la tesis de abordar los desafíos que tiene hoy la agricultura: “Hay un montón de lugares que tienen suelos espectaculares para la agricultura, pero nunca han tenido agua. El spoiler de nuestra tesis es que el futuro se haya en lugares que hoy son desérticos. El cambio climático y la falta de agua no es exclusivo de Chile, es un problema del pasado del que recién nos estamos haciendo cargo. Hay una oportunidad gigantesca en lugares desérticos a los que hoy podemos llevar agua a un costo super bajo. Y con eso hacer agricultura a gran escala”.
Sobre el potencial que tiene el desierto para la agricultura señala: “Si partiéramos como especie desde cero, y diéramos a elegir los mejores lugares para hacer agricultura, yo creo que estaríamos en el desierto si tuviéramos agua. Hay que tener en cuenta que con el cambio climático todos los años rompemos el récord de heladas o de temperaturas extremas, esto no es bueno para la agricultura, ya que las plantas sufren. No estamos acostumbrados a realizar agricultura en estos lugares, donde hay un cambio de mentalidad para el agricultor, que con justa razón mira esto con más recelo”.
Desalación una opción real
Sin embargo, hoy todavía existe desconocimiento sobre las posibilidades y el costo de la desalación, ante esto aclara: “Hoy efectivamente podemos desalar a un bajo costo, pero tampoco es tan sencillo, requiere realizar un proyecto grande y estamos acostumbrados a realizar proyectos grandes. Pero las autoridades y los productores locales quieren que esto funcione y vemos harto apoyo, pero es un cambio de paradigma importante comenzar a pagar por agua”.
Actualmente, se encuentran trabajando dos pilotos que suman trecientas hectáreas en la Región de Atacama, pero las expectativas están en que todo funcione y en los próximos años se puedan alcanzar las siete mil hectáreas. Además, se encuentran iniciando proyectos fuera de Chile, que serían varias decenas de miles de hectáreas más para al sistema.
Calidad del suelo
SI bien señalan que el suelo del desierto no es rico en materia orgánica, se trata de un problema que se puede resolver con la tecnología actual. Para Green Atacama, la riqueza del norte de Chile, está en el clima que catalogan como privilegiado: “El futuro de la agricultura está en el norte porque tiene un potencial climático enorme y grandes extensiones de tierra. En especial porque este clima permite alcanzar ventanas comerciales que Chile no tiene actualmente”.
Para Green Atacama, la posibilidad que el desierto sea el vergel de nuestro país es una posibilidad real, y solo esperan generar conciencia de la gran oportunidad que tenemos en un lugar que comienza a llenarse de vida gracias a la tecnología y el ímpetu de muchos que creen en este sueño.